Escribe: Juan Pablo Morre
Cuatro partidos, cuatro victorias. Redonda es la cuenta que hace Alem en condición de local en el actual campeonato y sin dudas es el atributo que le permite, a esta altura del campeonato, transitar en la máxima posición del grupo y arrimándose, poco a poco, a la ansiada clasificación en una zona muy complicada.
Ayer la víctima resultó ser Universitario que después de un primer tiempo óptimo pero sin rubricar sus chances en el arco rival, terminó doblegado por un Alem que aplicó el primer golpe con Figueroa y después lo cuidó con su firmeza típica y experiencia individual.
La victoria, además, redondeó una tarde de satisfacciones en el “León” ya que el elenco villanovense contó con el esperado retorno del delantero Martín Porporatto, quien volvió a tener acción en la “Leonera” después de más de ocho meses de recuperación de una seria lesión.
Igualmente, le costó y mucho hacerse del triunfo el “tricolor” porque enfrente el rival mostró su fuste, capitalizó en varios pasajes la pelota, y mostró ambición en el primer tiempo. Aunque, pecó de sus altibajos ante un rival que, ante la mínima oportunidad, lo facturó y supo nivelar el trámite a través de su solvencia defensiva, la lucha constante de Grande y las réplicas veloces y peligrosas de su tridente de ataque.
Apenas iniciado el partido, la “U” buscó adueñarse de la pelota y, gestando con Barengo y Truglio, sumado a los movimientos de Ostiatti, incomodó a Alem. Sin embargo, el local respondió con el cambio de ritmo de Juárez o por el buen inicio de Cerutti, quien estuvo cerca de anotar en dos oportunidades.
Promediando el partido, Alem se adelantó y predominó en la zona media, permitiéndose arribar más continuamente sobre el área rival, aunque escaseó la profundidad en sendos elencos y el cotejo comenzó a transitar sin emociones.
No obstante, en el último pasaje, la visita volvió a mejorar y a tener cierto control del juego al insistir por las bandas, y generó la más clara del cotejo, pero Hernández, adentro del área y con tiempo para elegir su mejor opción, terminó tirando totalmente desviado.
En el complemento, con Truglio haciendo daño por izquierda y mayor participación de Barengo, Universitario provocó la primera chance nítida del periodo, pero Maggi se lució en una definición de Ostiatti, quien en la siguiente no pudo capitalizar un centro y la pelota se fue desviada.
Pese a ello, Alem empezó a ganar las divididas y mejoró arribando al primer cuarto de hora del segundo tiempo, avalado además por la inyección anímica que generó el ingreso de Porporatto. A los 15’, Juárez definió apenas desviado entrando por el sector izquierdo. Y un minuto más tarde abrió el marcador cuando ganó una pelota en campo rival, Porporatto pivoteó con Rivera, éste abrió el juego para Yamil Elhall quien envió el centro medido a Figueroa que, sin marcas en el corazón del área, bajó la pelota y definió con tranquilidad: 1 a 0.
La ventaja le permitió al local sostener su lapso de superioridad y generó chances nítidas para definir el cotejo, pero Figueroa estuvo errático y decidió mal en dos chances, mientras que el “Indiecito” Martínez tampoco aprovechó su chances. En esos minutos, el rival acusó el golpe por el gol recibido y entonces su técnico introdujo rápidamente las modificaciones buscando reacción en ofensiva, aunque siguió sin lastimar a una segura última línea del local, apuntalada por Agosto y Acosta (más productivo como marcador central, su puesto habitual).
Por lo tanto, el cierre se vio con cierta emotividad porque el “tricolor” no lo cerró y la “U” buscó por todos los medios llegar a la igualdad; sin embargo, la victoria ya tenía su lugar del lado de Alem que, como parece ser costumbre en el actual certamen, festejó en casa y sumó tres puntos que lo ubicaron en la cima.
La figura
Claudio Grande mantuvo su nivel en todo momento, gravitando con su solvencia en la zona media, donde cortó bastante y aportó su criterio con la pelota. También fue bueno lo de Maggi, Juárez y Figueroa quien, pese a sus intermitencias, continúa aportando su cuota goleadora. En la visita, bien Truglio y Barengo, aunque les faltó ser más punzantes.
El árbitro
José Martínez tuvo equivocaciones en sus fallos y le faltó acelerar el juego, aunque no gravitó en el resultado y apeló a su experiencia -y al respeto de los jugadores- para sobrellevar con tranquilidad el encuentro. Sus asistentes mostraron aciertos, aunque cierta desconcentración.