Al basquetbol y al Club Ameghino se le escapó una lágrima de tristeza. En la tarde del domingo falleció Américo Santiago Primo, a los 79 años, que para definirlo en pocas palabras era “una institución” dentro del club de calle San Juan. El “Gringo”, como se lo conocía, había nacido en La Playosa, era viudo y tenía dos hijos.
Desde que se radicó en la ciudad se vinculó al Club Florentino Ameghino. En la Asociación de Basquetbol de Villa María fue árbitro por más de una década, pero cuando fue necesario se convirtió también en dirigente y delegado en distintos torneos.
En Ameghino fue socio, simpatizante y dirigente del club; a lo largo de su vida, cumplió diferentes roles dentro de la entidad del mismo barrio donde vivía. Fue miembro de las subcomisiones de bochas, de fútbol y de básquet en distintas etapas de su vida. Su amor por el club lo llevó a cumplir roles también de locutor de distintos eventos, cuando la necesidad lo requería y en los últimos años se lo podía encontrar junto al portón de ingreso, cobrando entradas, pero siempre con las mismas ganas de ayudar en lo que fuera necesario por los pibes de “su club”.
Fueron varios los jugadores y exjugadores del club que expresaron su tristeza ayer desde las redes sociales, recordando que siempre estaba dando una palabra de aliento o una indicación: “Vamos Ameghino, dibuje”, solía gritarle a los pibes cuando entraban a la cancha.
Hace poco más de un mes le habían encontrado un problema de salud que aceleradamente lo llevó a la muerte. Fue sepultado ayer en el cementerio parque “La Naturaleza”, y lo llora Ameghino y todo el basquetbol.