Otras causas por las que el bebé rechaza el pecho pueden ser:
- Posición inadecuada: puede ocasionar falta de leche al no haber una correcta estimulación.
-Confusión entre tetina pezón: el bebé no sabe mamar correctamente, lo rechaza por las causas que hemos visto antes o puede causar grietas, dolor, mastitis... Qué hacer: enseñar al bebé a mamar correctamente evitando drásticamente las tetinas, favoreciendo el contacto físico madre-hijo.
-Pezones planos o invertidos: algunas veces un bebé puede tener problemas para empezar a mamar, pero hay que tener en cuenta que el niño mama del pecho y no del pezón
-Reflejo de expulsión fuerte: el bebé se atraganta y suelta el pecho cuando llega el primer golpe de leche. Qué hacer: retirar al bebé cuando se produce la subida (o estimular antes de poner al bebé), y dejar que salga el golpe inicial de leche. Utilizar posturas desde arriba (que la boca y la garganta del bebé estén por encima del pezón).
-Reflejo de eyección retardado: el bebé comienza a mamar pero al poco tiempo se enfada, la madre no le oye tragar. Qué hacer: estimular el pecho antes de poner al bebé para que la leche tarde menos en salir. Es conveniente averiguar la causa, por ejemplo, una madre fumadora, con demasiado estrés.
-Bebé hipertónico (que se arquea): algunos bebés especialmente nerviosos pueden tener problemas para mamar, se ponen muy tensos cuando la madre intenta darles el pecho. Qué hacer: tranquilizar al bebé, por ejemplo, con un masaje, un baño, una nana... Evitar que sus pies toquen nada, mantener su barbilla pegada al pecho.
-Sensibilidad a un alimento o medicamento que ingiere la madre o el bebé: en algunos casos un alimento o un medicamento ingerido por la madre puede provocar el rechazo del pecho porque al bebé le duele, a los pocos minutos de empezar a mamar el bebé se retira llorando como si la leche le hiciera daño, puede llegar a asociar mamar con dolor y rechazar el pecho completamente. Atención al tabaco, cafeína y alimentos especialmente alergénicos. Si se le ha administrado al bebé alguna medicación o ha ingerido algún alimento al que sea especialmente sensible, el malestar o el dolor también pueden ser causa de rechazo.
-Cambios en el sabor u olor del pezón: pomadas o cremas para el pecho, colonias, geles, desodorantes, lacas, acondicionadores, detergentes...
-Cambios en el sabor de la leche: algunos bebés especialmente sensibles a estos cambios pueden rechazar el pecho si la madre ha comido una gran cantidad de un alimento en particular. A veces la vuelta de la menstruación puede hacer que el bebé rechace el pecho por un día o dos. La mastitis puede dar un ligero sabor salado que a algunos bebés les desagrada. Qué hacer: la mayoría de las veces no hay que hacer nada especial, basta con evitar el alimento en cuestión, insistir en momentos tranquilos. En el caso de la mastitis consultar con el médico para su tratamiento, dar con el otro pecho y sacar la leche del pecho afectado dos o tres días.
-Distracciones y cambios en el desarrollo: muchos bebés se "olvidan" de mamar cuando hay algún logro importante en su desarrollo, su atención se centra en la nueva habilidad y pueden estar tan distraídos que no quieren hacer otra cosa. Qué hacer: buscar momentos de calma, dar el pecho en un lugar tranquilo donde no haya distracciones, cuando el niño esté medio dormido.
-Sobreestimulación, estrés y alteración emocional: los tiempos de lactancia estrictos, demasiadas salidas, dejar que el bebé llore continuamente, viajes, gritos, separaciones, mudanzas. Cada niño tiene su propio nivel de tolerancia y si se sobrepasa puede ocasionar rechazo. Qué hacer: dependerá de cuál sea la causa que lo provoca, pero cierta rutina y la tranquilidad en el seno de la familia son buenas no sólo para los bebés, en cuanto la causa desaparezca desaparecerá el problema, si no es posible, tratar de persuadir al bebé con las sugerencias que veremos más tarde.
-Huelga de lactancia: es muy raro que un bebé se destete por sí mismo antes del año de edad, la huelga puede aparecer entre los 3 y los 8 meses de edad, aproximadamente. En este caso suele tratarse de una llamada de atención por parte del niño. Qué hacer: intentar averiguar la causa y tratar de prestar más atención al bebé, aumentar el contacto piel con piel, darle el pecho cuando está medio dormido, cambiar la postura... generalmente vuelven a mamar a los tres o cuatro días.
-Aversión agresiva: en muy raros casos hay bebés que rechazan el pecho agresivamente desde que nacen sin causa aparente. El bebé se niega rotundamente a tomar el pecho, incluso a que la madre o cualquier otra persona la tome en brazos, llora, grita, golpea. Qué hacer: tratar de ayudar a la madre , enfatizando en que ella no es la causante del problema de su bebé. Es necesario optar por algún método de alimentación alternativo hasta que el bebé acepte el pecho, pero hay que tener en cuenta que, independientemente de cuál sea, alimentar a estos bebés siempre es difícil.
Informar a la madre de los distintos métodos de alimentación (taza, cuchara, jeringa), lo importante es que la madre se sienta cómoda, si el biberón es el método elegido, el problema de la confusión tetina-pezón se podría remediar más adelante, pero hay que tener en cuenta que esto provocaría más tiempo de estrés para la madre y el niño, de manera que sólo se debe optar por este método como último recurso.
Cómo persuadir al bebé a tomar el pecho
Como hemos dicho al principio, lo primero es tratar de encontrar la causa. Los pasos que hemos visto antes sirven para todos o casi todos los casos, aunque no necesariamente pasarán todas las etapas. Lo más importante es la paciencia y la perseverancia por parte de la madre.
Sugerencias:
-Dar el pecho cuando está adormilado, tranquilo.
-Probar diferentes posturas, buscar la comodidad de ambos.
-Dar el pecho en movimiento (mientras la madre camina o en una mecedora).
-Aumentar el contacto piel con piel.
-Amamantar en un lugar tranquilo y con poca luz.
-No esperar que el bebé esté demasiado hambriento.
-Dar el pecho en la bañera.
-Dedicar tiempo a acunarlo y acariciarlo.
-Usar una mochila portabebé o un trapo.
-Poner unas gotas de leche sobre el pezón
-Calmarlo antes de ofrecer el pecho.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com