La detección temprana de problemas de audición en el recién nacido a través del examen médico y de los antecedentes del bebé no alcanzan para descartar un déficit auditivo.
La gran mayoría de los bebés sordos, al nacer, presentan un examen físico normal, lo que hace muy importante evaluar la audición a temprana edad a través de los test auditivos. El más difundido en la actualidad es el de otoemisiones acústicas.
Respaldan la conducta preventiva, de realizar a todo recién nacido el estudio de otoemisiones acústicas, el hecho de que un 10% de los recién nacidos tiene el riesgo de padecer de algún grado de discapacidad, y de éstos, el 30% al 50 % pueden padecer un déficit auditivo.
La falta de diagnóstico temprano como así también de tratamiento a temprana edad afectará el desarrollo del lenguaje y del habla con sus consecuencias futuras en el desarrollo social, emocional, intelectual, cognitivo y académico del niño que lo padece.
El test de otoemisiones acústicas, evalúa la función del sistema auditivo periférico, principalmente la cóclea, la cual se afecta con más frecuencia en la hipoacusia neurosensorial.
Las células que componen a la cóclea producen unos ecos cuando son expuestas a ondas sonoras.
El test de otoemisiones acústicas registra estos ecos por medio de un pequeño micrófono que se coloca en el conducto auditivo externo del bebé, en respuesta a los sonidos emitidos por el aparato.
En Argentina el Ministerio de Salud de la Nación avala la indicación en bebés a través de la Ley Nacional 25.415 como screening auditivo universal.
Dicha ley fue sancionada el 4 de abril de 2001, promulgada parcialmente el 26 de abril de 2001 y publicada el 3 de mayo de 2001.
Establece que todo bebé a partir de las pocas horas de haber nacido y en lo posible antes de cumplir los 3 meses de vida deberá ser evaluado auditivamente (tenga o no antecedentes de riesgo auditivo).
Las aplicaciones de las otoemisiones acústicas sirven para la evaluación del sistema auditivo de manera rápida, poco invasiva y segura, ya que es un estudio que no produce molestias ni daño a los bebés, no necesita preparación previa ni especial, sólo requiere que el bebé esté dormido o, en caso de estar despierto, debe estar tranquilo y relajado.
Limitante para este estudio es el tamaño del conducto auditivo externo y por esa razón se aconseja que los niños tengan más de dos kilogramos de peso al momento de la prueba.
En aquellos bebés que el resultado de las otoemisiones acústicas fuera negativo, deberá ser evaluado por un especialista.
Por contar con un gabinete modelo en la ciudad, el servicio de Audiología de OSPIL está abierto a la comunidad para la realización de todos los estudios audiológicos.
Lic. Alejandra Walker
MP 4823
Servicio de Audiología
Policonsultorios AMEL