La primera actividad oficial del flamante obispo Samuel Jofré Giraudo fue un encuentro con el intendente Eduardo Accastello.

El titular del Ejecutivo recibió en el Palacio Municipal a la autoridad eclesiástica, quien concurrió acompañado por monseñor José Rovai.

La recepción protocolar se llevó a cabo a las 9.30 horas en la Sala Oval “Presidente Juan Domingo Perón” y el encuentro giró en torno a diversos temas que están en la agenda de prioridades de la Iglesia.

Tras el encuentro, las autoridades comunales informaron que se abordaron aspectos “del orden social, eclesiástico y comunitario”.

“Después del 20 de mayo vamos a recorrer la ciudad para observar el trabajo que se desarrolla en los distintos barrios con la participación de diversas instituciones, al tiempo que visitaremos obras en marcha”, señalaron desde el municipio tras el encuentro entre Accastello y Jofré.

Otra de las cuestiones que estuvo en el centro de la conversación fue la fiesta de la Virgen, Patrona de la Villa.

En este sentido, el Estado y la Diócesis llevarán adelante un trabajo conjunto para conmemorar la fiesta del 8 de diciembre.

 

Homenaje a Deane

 

En la recepción, Accastello adelantó que pedirá a los concejales que designen una calle de la ciudad con el nombre de un recordado obispo local: monseñor Alberto Deane.

Deane fue el primer obispo de la Diócesis y ejerció su mandato durante 20 años (1957-1977). La propuesta de rendirle homenaje en una de las arterias de la ciudad fue una de las solicitudes del anterior obispo Rovai. 

Luego del encuentro, Accastello y Jofré se dirigieron al Salón Blanco, donde el flamante obispo saludó a todos los funcionarios del Departamento Ejecutivo Municipal.

 

“La paz y el orden”

 

Al hablar con los integrantes del Gabinete, Jofré dejó su mensaje.

“La vocación política es una vocación solemne, hoy muy desprestigiada. Pero no hay que desalentarse por los fracasos personales o las cosas que se dicen y hay que seguir adelante con comprensión, ayuda y respeto mutuo”, señaló.

Seguidamente precisó: “Desde sus orígenes la Iglesia dice que hay que rezar por las autoridades y de las autoridades públicas espera sobre todo que nos lleven a la paz y al orden”.