Jonathan Scalzo venía atravesando el momento más dulce de su carrera. Después de tanto esperar desde el banco, volvió al arco en esta última y decisiva etapa del Argentino A. Y cumplió con grandes atajadas hasta consagrarse por completo ante Racing de Córdoba, en los penales emotivos que se dieron en el Mario Kempes.
Sin embargo, anoche le tocó la otra cara de la moneda. En la última jugada del partido, el arquero no pudo cortar un centro llovido que cayó sobre el segundo palo y terminó sufriendo el gol de salvación de Brown.
El ingrato puesto de arquero no da para medias tintas. Y Scalzo lo sabe.
“Es un sufrimiento muy grande, pero así es el fútbol; un día estás allá arriba y otro te pegan un palazo que te meten bajo tierra”, graficó el portero, de 21 años.
“Hay que digerir esto, llevará tiempo, pero el fútbol tiene revancha y ojalá un día me toque tenerla”, agregó el pibe, que había atajado con éxito en las promociones anteriores donde Alumni zafó del descenso.
Scalzo reconoció que “se dejó todo” y que “no es momento para un análisis del partido”, aunque explicó: “Lo tuvimos para ganar, pero el fútbol es así, se dio así… Hasta que no toquen el silbato final, puede pasar cualquier cosa”.
En ese contexto, consultado sobre esa última jugada del partido que decretó el 2 a 1 a favor de los sureños, Scalzo explicó: “El centro me pasó, no veo quién entra desde atrás ni me di cuenta que terminó en gol; fue la última jugada y te da bronca porque fue una jugada aislada”.
Por último, a pesar de la tristeza, el portero reflexionó: “Nos tocó perder, pero hay que levantar la cabeza porque no matamos a nadie”.
También con lágrimas en los ojos y una sensación amarga, David Altuna expresó: “Es durísimo esto”.
“Podríamos haber perdido siendo superados, pero perder siendo nosotros superiores, es más doloroso todavía”, argumentó el mediocampista.
En ese sentido, Altuna sostuvo que se “generaron situaciones, nos faltó el último empujoncito… El otro día con Racing, el partido salió parejo y pasamos; hoy fuimos muy superiores y nos quedamos con las manos vacías”, se lamentó después.
Más allá de esto, pidió “rescatar todo el sacrificio, incluyendo cuerpo técnico y cuerpo médico”.
“Dimos todos, pero ninguno está bien; las palabras sobran, con las miradas nos damos cuenta de la tristeza de cada uno”, agregó, para luego agradecer el apoyo que tuvo en Alumni.
Goleador abatido
Carlos Herrera, al igual que los hermanos Arzubialde, tuvo las dos sensaciones más fuertes de Alumni en la última década. Ascendió con el equipo al Argentino A. Y ayer le tocó descender al Argentino B.
“Son cosas que tiene el fútbol, pero hay cosas peores en la vida”, reconoció el delantero, autor del gol del empate parcial.
A la hora de explicar el porqué de la derrota, Herrera comentó: “Alumni fue superior a Brown, en situaciones de gol, en manejo y control de la pelota; ellos se encontraron con una jugada aislada, aunque sabíamos que tienen jugadores importantísimos que ascendieron a la B Nacional y que, esta vez, hicieron la diferencia”.
Más tarde, consultado sobre el porqué de este momento triste, “Falucho” sostuvo: “Alumni viene de una etapa de cuatro años muy complicada, no es algo nuevo; en la mesa tienen que estar todas las patas bien firmes, si no se te van a caer los platos y todo”.
Herrera tiene ofertas para seguir en otro lado y es posible que ya no siga en Alumni. Por eso anoche, en medio de la tristeza, ensayó una despedida.
“Quiero agradecer a mis compañeros, a Héctor, al Laucha, a Bonaveri y Arzeno, y a los dirigentes que estuvieron con nosotros como Azzolini, Hidalgo, Cantoro… Nadie quería terminar así, nos vamos angustiados”, cerró.