El intendente Guillermo Cavagnero expresó ayer su “malestar” por las pintadas en edificios públicos con aerosol, por dos motivos: por el daño a las fachadas de distintas sedes y por el ataque que sufrió la dirigente sindical Mónica Gramaglia, a quien iban dirigidos los insultos.
En diálogo con EL DIARIO, el jefe comunal indicó que “no me gusta cuando me lo hacen a mí y tampoco cuando se lo hacen a los demás”.
“Yo he sido víctima, con mi equipo, de distintas panfleteadas anónimas y la verdad me molesta mucho lo que hacen. No me gustó lo que le sucedió a Gramaglia y le expresamos nuestra solidaridad”, precisó el mandatario.
Cavagnero apuntó que le dio instrucciones a la asesora letrada de la Municipalidad de Villa Nueva, María José Pedernera, para que se ponga a disposición de Gramaglia y haga las denuncias pertinentes. “Estuve con la Policía y les pedí que investiguen y lo estaban haciendo. No puede haber sucedido esto, me cayó muy mal”, declaró.
El jefe del Ejecutivo indicó que ya se taparon las pintadas hechas con aerosol “pero es una lástima porque ahora habrá que pintar todo nuevamente, son edificios que se habían pintado recientemente”. “Es gastar dinero otra vez”, añadió.
Gramaglia fue a la Policía
Por su lado, la flamante delegada de los trabajadores, que se impuso en las elecciones del viernes pasado -en el contexto del ataque que sufrió- acudió ayer a la sede de la Policía de la Provincia de Córdoba, en calle Marcos Juárez, y formuló la respectiva denuncia.
También hizo lo propio otro de los delegados electos, Donato López.
Gramaglia pidió, en diálogo con este matutino, que “el fiscal llegue a determinar quiénes han sido los autores” de este accionar.
Explicó que, si bien no había querido denunciarlo, varias personas la hicieron cambiar de opinión: “No hay que permitir ni ser tolerantes ante hechos de violencia”, resaltó.
Agregó que cuando se conozca quiénes fueron, iniciará acciones legales.
Cabe recordar que el viernes, Villa Nueva amaneció con pintadas en la sede de la Casa de la Cultura, del Concejo Deliberante, de los centro socioeducativos y de otros establecimientos y locales privados: todos eran insultos hacia Gramaglia.