Es­cri­be: Gustavo Ferradans

 (de nuestra Redacción) 

 

Cada torneo que realiza el Sport Social Club es motivo para encontrar alguna figura del tenis, entrenadores reconocidos, dirigentes o extenistas. Los dos torneos que está realizando la entidad local fue motivo para encontrarse con Modesto “Tito” Vázquez (excapitán de Copa Davis), Mariana Díaz Oliva, Inés Gorrochategui y también a Guillermo “El Mago” Coria. 

Con jóvenes de 31 años, Coria ya es desde hace cuatro temporadas un ex jugador y con su nuevo rol de entrenador retornó a la ciudad luego de unos 15 años y ha paseado por el Sport, se ha reencontrado con algunos conocidos, se ha prestado a conversar con los jugadores y algunos socios del club.

Llegó acompañando a su hermano Federico, que está dentro de los 550 del ranking (que el año pasado ganó un Future y ha sumado varias semifinales en otros), Juan Ignacio Londero y Leandro Portman (uno de los jugadores que superó la qualy e ingresó al cuadro principal). 

Mientras esperaba uno de los partidos en que jugaban sus pupilos, juega con su pequeño hijo, hasta que recibe la requisitoria de EL DIARIO, para dialogar unos minutos. Entonces, deja al pequeño junto a su esposa, que los mira sin separarse del equipo de mates. 

-¿Te acordás cuánto hace que no venías a Villa María?

-“La verdad es que no recuerdo cuánto tiempo hace que no venía a Villa María. Las instalaciones del club están cada vez más lindas, creo que ha crecido muchísimo y para bien, y volver es lindo; ahora desde otro lado, acompañando a los chicos que están entrenando en mi academia y sufriendo más de lo que sufría cuando yo jugaba. El club está impresionante. Sobre todo por la limpieza y lo bien mantenido que está. Se respira mucho tenis, las canchas están en muy buenas condiciones y da gusto venir a lugares así. Uno lo pasa bien y la gente es muy amable, nos hacen sentir como en casa, esto es bueno, sobre todo por los chicos que vienen de gira que están lejos de su casa, que se sientan a gusto. Los socios también aportan su granito de arena, ya que prestan sus canchas un rato. Es fundamental que colaboren, porque no es normal que en los clubes con tantos socios estén predispuestos para los chicos y tienen que entender que es un torneo muy importante y está bueno el rol de ellos también”.

-¿Cómo ha sido ese cambio de roles, de jugador a entrenador?

-“No fue tan duro el cambio. La verdad es que lo paso muy bien con los chicos, sobre todo ver cómo se entrenan día a día como profesionales, como entrenábamos nosotros cuando me tocó estar en mi mejor momento. Me gusta poder transmitirles todo eso a los chicos y ver cómo van progresando. Lamentablemente, eso va acompañado también de los resultados positivos y cuando no se dan, da mucha bronca, porque los chicos se matan entrenando, hacen un gran sacrificio; uno ve que están jugando bien y si los resultados no llegan, a uno lo pone un poco triste, pero siempre pensando en positivo, con un equipo que me acompaña a trabajar con estos chicos. Estoy contento porque estoy acá disfrutando, porque si no lo fuera así, estaría tranquilo en mi casa”.

-¿Cómo ves los cambios en el tenis en relación a tus comienzos y los pibes que hoy juegan este Future en el Sport? ¿Es más fácil llegar hoy a los primeros planos del tenis?

-“Siempre es difícil, por ahí llegar no es tan difícil, pero sí es complicado mantenerse. Estos son los Futures, son los primeros torneos que están jugando, sacando sus primeros puntos para poder pasar al segundo escalón, que son los Challengers.  El nivel sigue siendo muy bueno. Cuando yo empezaba a jugar, estaban los satélites, que eran más difíciles porque eran cuatro etapas para jugar luego el Máster y sacar puntos. Son diferentes estilos de juego, pero sigue estando difícil. Que en el país se hagan más de 10 Futures es importantísimo, sobre todo por el tema económico, para los chicos eso suma y sirve muchísimo”.

-¿Cómo te ha sentado el retiro?

-“Bien… Por ahí extraño el circuito, sobre todo esta época, que se juega la temporada de polvo de ladrillo que arranca en Mónaco y termina en Roland Garros, que es donde más resultados positivos tuve en mi carrera. El 70% de mis puntos lo sacaba en esta gira de dos meses. Por eso, por ahí siento un poco de nostalgia, pero hasta ahí nomás. También estoy tranquilo y feliz porque decidí yo estar de este lado y alejado del circuito. Ahora lo disfruto estando acá, viendo a los chicos cómo sacan sus primeros puntos de ATP, viendo cómo se preparan”.

-Se habló mucho cuando decidiste retirarte, cuál había sido el quiebre que provocó tu decisión. ¿Tuvo algo que ver aquella final de Roland Garros? (NdeR: la que perdió ante Gastón Gaudio)

-“No. No fue eso. Porque después seguí jugando, con Nadal al año siguiente, las finales de los Masters de Montecarlo y de Roma; también jugué la final de China. Ese año terminé seis del mundo. El quiebre se va dando, como a todos, cuando llega el final de su carrera y no se está con las mismas motivaciones y las mismas ganas o con la misma cabeza cuando uno era chico. Fijate que es muy difícil retirarse de buena manera y teniendo resultados, porque si se obtienen buenos resultados, tampoco te retirás, porque pensás en seguir jugando. El único que se retiró así fue Sampras, que es un “animal”. Se retiró ganando el US Open, pero ya venía mal en el final de su carrera y lo pudo consagrar con un título importante. Creo que lo mío, más que nada, fue una secuencia de no estar motivado y no tener una meta clara para uno entrenarse. Por eso se fue dando y cuando ya estaba aburrido y cansado de viajar, tomé la decisión de dejar y sigo siendo feliz de la misma manera”.

-Por cómo se te ve, se nota que seguís haciendo actividad física...

-“Estoy todo el día en el club jugando, ahí en Rosario. Con mucho esfuerzo hicimos un club importante, con todas las instalaciones, para que los chicos que nos vengan a visitar estén cómodos y se sientan en un buen lugar. Estoy todo el día ahí y eso me ayuda a entrenarme. Es un proyecto privado (NdeR: igual al que hizo Inés Gorrochategui en Villa Allende), todo lo que se hizo, peso por peso, lo puse yo de mi bolsillo, no pedí ayuda a nadie, porque cuando pedís ayuda a terceros o a políticos ya entrás en una rueda difícil de salir, porque por ahí tenés que devolver esos favores. Por eso, de a poco, lo estamos haciendo con mucho esfuerzo. Y no es fácil llevar adelante una empresa, que por más que lo siento como un hobby y algo que disfruto, es una empresa que por ahí te trae algunos dolores de cabeza. Pero estoy contento y con la idea de seguir agrandando las instalaciones, en la medida que se pueda. Hoy hay un montón de pibes entrenando, son cerca de 60 ó 70 chicos entrenando en la parte de alta competencia de entre 8 años y mi hermano Federico, que tiene 21, y es el más grande. Tenemos chicos de torneos G4, G3, G2 y G1, que juegan torneos por dinero, Future, y luego está la escuelita recreativa que ahí son alrededor de 150 a 200 chicos. También hay un grupo de adultos. Hay un movimiento importante de gente a la que le gusta el tenis, porque en mi club se respira ciento por ciento tenis. Los amantes del tenis van y lo pasan bien”.

 

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