El periodista villamariense José María Iachetta, abocado al tema agropecuario y especializado en el sector lechero, dialogó con El Diario Rural y brindó su punto de vista en forma modesta y apasionada, acerca del año 2008 y lo que espera y avizora para 2009, en diversos aspectos. Las fases productivas, políticas, nacionales e internacionales, el presente y el futuro de la lechería argentina, en una reflexión esperanzadora para los productores y el país. La bisagra: el 10 de marzo Observando todo el año, sin duda una bisagra está puesta en el 10 de marzo de 2008, porque a pesar de que no fue un conflicto centralmente lechero, el grado de incidencia en el mismo fue muy importante, para mal digamos. La lechería fue el gran perdedor porque le tocó ser parte de la sociabilización de las pérdidas que tuvo el sector en general. Y el hecho de que nada le cambió los números aunque se cayera la 125, lo mismo que al sector agrícola. Pero hay que decir que particularmente a la lechería le resultó un año muy dañino, porque cuando comenzó el conflicto estaba en el pico de lactancia (sabiendo que la leche que se pierde no se recupera) y al no llegar a tiempo el grano a las plantas de balanceados, los balanceados a los tambos, resultaron complicaciones para sacar la leche. Si bien fue un triunfo relativo del campo en 2008, ya que el sector se reencontró a sí mismo, reconociendo su fuerza, el grado de adhesión que tuvo la medida de protesta y un reconocimiento del sector popular, todo eso va cambiando, porque cuando se ingresa a la política, hay que bancarse las reglas del juego, y el campo hoy ingresó y está en la política. Ojo que esto es una descripción, no un juicio de valor, pero creo que este nuevo panorama hará que el sector tenga nuevos riesgos. Se puede ganar más, o perder más, son nuevos desafíos, porque las reglas de la política son distintas a las gremiales, que se dedican a defender lo específico. Hoy, al estar en la política, el tema cambió, el campo opina sobre un montón de cosas, y ello es lo que conlleva a nuevos desafíos. Intervención del Estado y las consecuencias de la crisis internacional Hasta el 10 de marzo, el sector lechero, miraba un año que venía bastante bien, porque los precios internacionales habían sido los mejores de la historia de la lechería. Nadie recordaba una leche en polvo cercana a los 5 mil dólares por tonelada, aunque la Argentina no lo pudo aprovechar totalmente, porque al ser objetivo de la política económica la leche, el Estado intervino. Y aquí quiero precisar el concepto: creo que el Estado debería ser un actor importante siempre, debe estar, pero este Gobierno hace intervenciones y no trabaja por la regulación de la lechería, que es lo que debería ser. La lechería del mundo está regulada y aquí la intervención del Estado, es coyuntural y no estructural, interviniendo de forma saltimbanqui (sic) que da poca previsibilidad a un negocio de largo plazo, a un negocio que necesita reglas y normas. De todas maneras, la lechería fue un buen negocio en medio del conflicto hasta la mitad del año, cuando la crisis internacional le causó un gran problema a la lechería, que es el que sigue en la actualidad, porque no se sabe donde está el piso de los precios. Y en esta baja, los precios están internacionalizados -con un más del 20% de la lechería argentina que se exporta-, haciendo que los precios externos incidan mucho en el precio de leche en tambo. Este que si bien tiene un mercado interno muy firme, y va a seguir siéndolo con las medidas anunciadas desde el Gobierno nacional, va ir mejorando la calidad de compra de algunos sectores que consumen muchos lácteos. El tema es qué pasa o va a pasar con el mercado de exportación. Consolidación del sector lechero Ya dijimos que ha sido un mal año para la lechería como negocio, especialmente por estos serruchos anímicos del año y la falta de regulación que hizo que el negocio se cayera como un piano. Pero también es cierto que hay muchos productores que han decidido quedarse, no sólo viendo la lechería como negocio, sino que han dado una vuelta de tuerca productivamente. Tranqueras adentro se ha consolidado un núcleo lechero, aunque cada vez son menos, y aún va a seguir saliendo gente del negocio. Hay menos tambos, pero con más producción. Se va a subir el nivel a un 7%, aún sin los tambos que se fueron, o sea el crecimiento es constante. Es decir a tambos constantes, el crecimiento sería superior a dos dígitos y eso es muy valorable para nuestros productores y los técnicos, que siguen sabiendo como crecer, entendiendo que la mejor defensa frente a los vaivenes y los precios, es la productividad. Perspectivas: "2009 debe ser un mojón para la lechería" Todavía no se sabe dónde va a hacer piso, hay que ver qué pasa. Barack Obama y su asunción va a ser un detonante, ya que allí se maneja un cuarto de la economía mundial y cuando plantee cuáles serán sus medidas, la recuperación o mejoría de los Estados Unidos también harán que se tranquilicen cosas en el mercado mundial. Y allí será que la lechería vaya a seguir teniendo valores altos en comparación a los históricos, se especula que en el orden de los 3 mil dólares la tonelada. Y es un cálculo que puede llegar a ser torpe, ya que en realidad puede llegar a dar 30 centavos de dólar a la leche en tambo, que le daría otro envión a la lechería que a fines de 2008 cuenta con una relación leche-maíz, de las mejores de la historia. No hay antecedentes de que sea tan favorable en la historia de la lechería, como sucede hoy en la relación precio maíz- leche, con lo que conviene convertir proteína vegetal en animal. Hay herramientas para ir a operando, pero la perspectiva, requiere ver dónde se ubica el precio de la leche en polvo. Y como es un año electoral va a haber medidas de los gobiernos provinciales y nacionales tendientes a fortalecer el consumo; por ende, el mercado interno va a seguir firme, y creo que tal como plantea el Plan Estratégico Lechero, 2009 será un mojón hacia esa lechería grande que está bien descripta. Da la impresión que a pesar de todo vamos a seguir creciendo, a pesar de hechos que desaceleran la producción lechera, es posible. Y también una expresión de deseo, es que sigamos creciendo, hasta desacoplar la leche que necesita el mercado interno de lo que podemos producir, ir hacia los 15 mil millones de litros de leche, y de esa manera, lo que estamos diciendo, es garantizar el abastecimiento a la población y poder exportar. Así lograremos aquello que dice Ángel Barrenechea (y lo anunciara en su momento Duhalde) "Argentina está condenada al éxito". El productor lechero de Las Mojarras, Daniel Piva, conversó con El Diario Rural, respecto al año que acaba de finalizar y las expectativas para el año que se inicia. A pesar de contar con una producción diaria de 6 mil litros en cantidades aproximadas, Piva coincidió con la mayoría de los consultados que el año le resultó muy complicado, ya que no sólo se produjo la situación del conflicto, sino que los factores climáticos, afectaron notablemente la producción lechera. A partir del 10 de marzo, se complicó la situación productiva y al no llegarse a un acuerdo, se perdieron oportunidades tanto para el país como para el sector agropecuario. El sector lechero se vio muy afectado por el paro, ya que marzo es el mes que se empieza a producir a full. Incluso es un mes de muchas pariciones y no podíamos transportar alimentos, ni vender y perdimos mucho, incluyendo los precios que se podrían haber obtenido para el litro de leche fluida en las negociaciones que estábamos llevando a cabo desde los sectores de lechería. Si bien después del conflicto retomamos las negociaciones, que parecían una salida para el sector, fue transitorio, y volvimos al estado anterior. En el tema compensaciones, algunos productores pudimos cobrarlas, y otros no, pero la producción debe ser rentable sin compensaciones, para tener sustentabilidad y poder trabajar a mediano y largo plazo como la actividad requiere. No como en la actualidad que no sabemos cuánto cobraremos a fin de mes por litro de leche, sin expectativas de recibir algún aumento que cambie el precio de noviembre; excepto los productores que entreguen a alguna fábrica grande alineada con (Guillermo) Moreno, con las que se realizó un convenio. Perspectivas para el nuevo año No se ve un futuro mejor, ya que no llegan soluciones para el sector lechero. Si no cambia este sistema, si no se solucionan los problemas de fondo, si no se recupera el mundo de esta crisis financiera, y si el gobierno no comprende que el problema de la lechería es grave, que estamos trabajando a pérdida, que no matamos los terneros machos por una cuestión que nos parece injusto, pero conviene hacer eso a criarlos, no podremos subsistir si no se revierte el panorama de una lechería real. Lo que necesitamos, es saber hacia donde vamos.
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