El obispo de La Rioja y extitular de la Diócesis de Villa María, Roberto Rodríguez, le dijo a EL DIARIO que "cada cura tiene que preocuparse por tener un sucesor", en el marco de una charla con este medio en el que se tocó el tema de la falta de vocaciones sacerdotales.
El purpurado llamó a "trabajar más para lograr la vocación" y sostuvo que si cada sacerdote consiguiera a alguien que lo suceda "aparecerían más vocaciones".
Rodríguez estuvo en Villa María para asistir a la ordenación episcopal de Samuel Jofré Giraudo y prefirió no hablar de política. En tanto, coincidió con otros pastores en que el Papa Francisco "ha constituido un mayor interés por la Iglesia, mucha gente ha vuelto al decir de los curas y obispos, estuve reunido con obispos en Buenos Aires y todos coincidimos en que hubo un retorno a la Iglesia".
El pastor confió estar "preocupado" por diversas cuestiones de la realidad social pero resaltó que "también hay muchas cosas positivas" para valorar. "El cierto relativismo me preocupa. Es difícil ir buscando la verdad en el mundo actual o dialogar con otras personas acerca de la verdad", consideró.
Por otro lado, valoró el Ministerio Pastoral de José Angel Rovai, quien lo sucedió al frente de la Diócesis villamariense en 2006 y que acaba de ser remplazado por Jofré. "A Rovai lo conozco de seminarista, estábamos juntos en el seminario en Córdoba, con él armamos toda la biblioteca del mismo, estuvimos en Roma y fue obispo auxiliar (de Córdoba) cuando a mí me trasladaron a Villa María", recordó. "Hemos pasado gran parte de nuestra vida episcopal juntos", subrayó y declaró que "ha sabido visitar las parroquias, dialogar con sacerdotes y andar mucho".
Rodríguez recalcó que observa "mucho progreso" en Villa María cada vez que viene y dijo que "se nota que la soja da resultado".
"Cambió bastante desde que me fui. Ha sido bastante remodelada y se ven edificios nuevos", agregó.
Contó que La Rioja es diferente y tiene otra cultura. "Hay una mayor religiosidad popular, una religiosidad más masiva".
En aquella Diócesis trabaja en pos de la prevención de adicciones. Es una labor "positiva con una comunidad que es de la Iglesia, la Fassenda de la esperanza, que toma una experiencia brasileña".