Como para hacerle honor a la renovada camiseta que utiliza esta temporada, Hipólito Yrigoyen parece atravesar la vida color de rosa.

Ayer, entonado por la victoria resonante que había logrado una semana atrás (ante Argentino, de visitante), el equipo de Tío Pujio se despachó con una goleada de 5 a 1 sobre River y se convirtió en uno de los dos punteros que tiene la Zona A de la Liga Villamariense de Fútbol, en la fecha diez.

Con el objetivo de seguir en racha positiva, gracias a una destacada actuación en cada una de sus líneas, el conjunto conducido por Marcelo Sachetto superó ampliamente a su rival y decretó una abultada goleada que le permite seguir manteniendo grandes chances de cara a la siguiente fase. Chances que se agigantan cuando se observan sus números: es el equipo con menos goles en contra y uno de los pocos (junto con Colón y Argentino) que apenas registra una derrota.

Ese panorama resultó suficiente para marcar las distancias entre unos y otros. Sin embargo, para llevarlo a la cancha, desde el comienzo del partido, fue evidente la diferencia que, en definitiva, marcaría el resultado final. Por un lado Yrigoyen, que cuenta un libreto definido, un amplio plantel y que además sabe bien a qué juega, se enfrentaba a este River que venía de sumar en los últimos encuentros, pero que sabe de sus imposibilidades y la falta de recursos que acechan de manera cada vez más recurrente a uno de los “semilleros” de nuestra Liga. 

El local se plantó en el verde césped con una línea de tres defensores y, de ahí en adelante, estuvo conformado por muchos jugadores ofensivos que intentaron crear constantemente circuitos de juego. Mientras, el elenco de Víctor Bengoa llegó con muchos jugadores jóvenes a un reducto complicado y cometió el error de querer jugar de igual a igual. Algo que se evidenció claramente  antes de la primera media hora de partido cuando el “Diablo” ya se imponía por tres goles a cero.

Las primeras dos conquistas estuvieron a cargo de la figura de la cancha:  Andrés Ferrero. Aprovechando las buenas asistencias de Diego Marín y Rodríguez, respectivamente, el mediocampista quedó en posición de gol y no vaciló en mandar ambos envíos al fondo del arco. 

El tercer grito fue obra de Elián Geremía y luego fue el propio Marín quien capitalizó un gran centro de Rodríguez por el sector derecho y conectó de cabeza para batir una vez más al buen arquero Juan Cruz López e irse al vestuario con una ventaja de 4 a 0.

La segunda mitad mostró a un local mucho más relajado y, tal vez, cuidando material de cara al futuro. Algo que a los 13’ fue aprovechado por River, cuando desde los doce pasos, Bomprezzi cambió penal por gol para darle aunque sea una mínima esperanza a su equipo. No obstante, los ataques visitantes se fueron diluyendo con el correr del reloj y, por si había alguna duda, nuevamente apareció el eterno goleador Diego Marín para aprovechar un disparo defectuoso de Burello y poner el definitivo 5 a 1.

De esta manera, Yrigoyen consiguió una importante victoria para llegar a la cima, inmiscuido entre otros dos buenos equipos como lo son Asociación Española y el último campeón Deportivo Argentino, su compañero de punta. Entretanto, River deberá replantearse muchas cosas de cara al futuro para no seguir divagando por esta senda, más allá del esfuerzo de los presentes. 

La figura