- ¿Cómo terminó el año?
- “Bien, entusiasmado, como siempre. Con ganas de hacer cosas, de ayudar a que el atletismo tenga en la ciudad el lugar que se merece.”
-¿No lo tiene?
- “En parte sí y en parte no. Es decir, si usted mira los equipos que presenta la provincia de Córdoba en cada competencia, verá que el 60% o más de sus integrantes pertenece a la Asociación Villamariense de Atletismo. Eso es maravilloso. También lo es que el presidente de la Federación Cordobesa, Daniel Sotto, sea uno de los nuestros. Pero después pasan cosas que no se explican muy bien...”
-¿Como cuáles?
- “La fiesta de fin de año, sin ir más lejos, se tuvo que hacer en las instalaciones del Club San Martín, porque la sala que hay en el Polideportivo la usan de depósito. Hubiera alcanzado para hacer la entrega de premios en el lugar natural, pero... Lo que quiero decir es que tenemos que pensar en que estamos en la tierra de los Chiavassa, Roldán, Mansilla, Margara, Rufinatti, Evans, Secco... La Municipalidad tiene que honrar a esos ilustres deportistas y apoyar a Valdemarín en la Asociación; llamar para que aconsejen a los que tienen tanta experiencia, los mismos Margara, Giacomelli, Delfina Bruno, Ema Ramos, yo... Entre todos podríamos ayudarlos a elaborar un plan para que esto que se ha conseguido vaya a más y no a menos.”
-¿Qué se puede hacer?
- “Y, habría que organizar bien los intercolegiales, como semillero. Los afiliados de la zona son todos de escuelas municipales, mientras que Villa María no tiene su escuela. En fin, hay tantísimas coas para hacer. Pero para ello, repito, hay que llamar a los que saben y consensuar entre todos. Nadie sobra. Hay que copiar lo bueno de otros lugares, como Santa Fe.”
-¿A qué se refiere? ¿Qué tiene de particular esa provincia?
- “Por empezar, tiene cuatro pistas sintéticas. Dos en la ciudad capital y dos en Rosario. En Córdoba tenemos una, en el Estadio Córdoba, y casi siempre está ocupada por Belgrano, Talleres, Instituto, el Rally o los espectáculos musicales. Acá, en Villa María, muchas competencias que se organizaban se tenían que suspender porque llovía ese día o el día anterior. La gente venía de todo el país, pero se fue cansando de tantas suspensiones y las pruebas desaparecieron. Lo mismo pasa con las prácticas de nuestros atletas. Con una pista sintética se podrían retomar muchas actividades. Y Villa María, por todo lo que le ha dado y le está dando al atletismo de la provincia, debería contar con la segunda pista.”
-¿Cree que se podría conseguir?
- “Si estuviéramos todos, con la Municipalidad a la cabeza, empujando todos juntos, creo que sí, claro. Y la actividad seguiría creciendo, sin dudas.”
- Ahora, ¿me puede decir cómo se hace para ir a entrenar a los 83?
- “A entrenar y después a competir. En 2008 participé en tres competencias de la Asociación Metropolitana, en Buenos Aires. En una de ellas hice el récord sudamericano en el lanzamiento de bala (de tres kilogramos), con 10,10 metros para la categoría de 80 a 84 años. Ya debe estar por aparecer en los listados oficiales, porque se computan a fin de año. También fui a un campeonato en La Plata, donde terminé primero en lanzamiento de bala y de disco. En los 100 metros llanos salí tercero. Lo último fue el Sudamericano, en el Polideportivo “Jorge Newbery” del Parque de la Independencia, en Rosario, donde nos juntamos 1.700 atletas de todo el subcontinente. Hice una marca de 9,25 en bala y 23,70 en disco, y gané ambos... Y ya estoy pensando en lo que viene, no puedo dejar de hacerlo. Calcule que empecé a los 15 años. Eramos un grupo de pibes que corríamos al lado del padre de Mario Requena, Don Pedro, que era maratonista. Lo seguíamos hasta donde podíamos... Y un día nos anotamos en una competencia en la Placita (“Manuel Anselmo Ocampo”) en una prueba de 1.500 metros, que ganó Guillermo Roldán. Ahí empezó todo, sin parar hasta los 30 años. Después fui profe, hasta que un día, en 1995, Gema Espíndola y Panoso me metieron el ‘bichito’ de nuevo. Entonces tenía 70 años y me picó fuerte. Mirá que tengo 83 y todavía sigo en carrera...”