En la sesión de ayer fueron aprobados por mayoría los cambios en el Instituto Municipal de la Vivienda (IMV), que ahora pasó a denominarse Instituto Municipal de la Vivienda e Infraestructura Habitacional. Dichas modificaciones apuntan a modernizar y ampliar funciones y facultades del IMV.
Al tomar la palabra, Mauro Beltrami, concejal de UPC-FPV, aseguró que la iniciativa es para dar respuesta a la problemática de la vivienda. Precisó que con los cambios se le da mayor atribución y jerarquía al Instituto, a la vez que le permitirán desarrollar, ejecutar, promocionar, asesorar y/o evaluar proyectos de desarrollo de infraestructura, servicios, equipamiento y ambientales.
Entre las modificaciones del organismo se encuentra la conformación de su directorio, que pasará a tener un presidente, un vicepresidente, dos vocales designados por el DEM y un vocal designado por el Concejo Deliberante a propuesta de los bloques de la oposición.
Nora Landart, edil de la Unión Cívica Radical, señaló que no iban a acompañar el proyecto por entender que la ordenanza que se pretendía modificar era suficiente y completa.
“Lo que se propone como una cuestión novedosa y de jerarquización está incluida en el texto de la norma actual”, manifestó.
En tanto, el concejal del Partido Villamariense, Darío Capitani (foto), consideró que el único cambio propuesto en la nueva norma era en la conformación del directorio y estimó que el debate debería haber girado en torno a la asignación de recursos.
“Los esfuerzos del Instituto han sido insuficientes para la demanda real, ha sido incapaz en función de sus escasos recursos porque su principal ingreso proviene de los slots y lo que se ha hecho son las viviendas Eva Perón”, expresó, tras lo cual reiteró que debería haberse discutido “cómo hacer aportes extraordinarios al Instituto”.
Beltrami replicó que el proyecto era necesario en virtud de que el desarrollo y ejecución de obras de infraestructura no estaban previstos en el estatuto anterior.
El radical Carlos Gagliano intervino en el debate para decir que le hubiera gustado que el municipio discriminara entre las viviendas que se hicieron con recursos propios y las que se hicieron con fondos del Estado nacional.
Lejos de concluir la discusión, Capitani volvió a tomar la palabra y se quejó de que cada argumento era rebatido desde lo personal, consideró que el debate se politizaba y acusó que ninguno de los dos partidos que gobernaron (en referencia al PJ y a la UCR) habían sido capaces de resolver la problemática de la vivienda.
Las palabras de Capitani provocaron más respuestas y nuevos cruces con UPC-FPV, que finalizaron cuando el presidente del Concejo Deliberante, José Escamilla, pasó a votación, negándole la palabra al edil del Partido Villamariense, con el argumento de que el reglamento interno establecía que sólo podía pedir la palabra en dos oportunidades.