El descontrol en el basural local de los manejos de residuos patógenos altamente tóxicos y peligrosos para el medio ambiente y el hábitat de nuestra región, pudo ser conocido por EL DIARIO a través de material fotográfico y testimonial al que pudo acceder este medio de manera exclusiva.

En los informes que forman parte de denuncias que se han realizado durante los últimos años ante distintas dependencias provinciales y que han generado (en algunos casos) inspecciones al lugar, se precisan detalles de las irregularidades documentadas entre 2009 y 2011.

Vale recordar que en la época de referencia, el manejo del basural estuvo en un principio a cargo de la Empresa Modelo de Reciclado (EMRE) y luego compartió la responsabilidad con multinacional Innviron. 

Por su parte, la Cooperativa “7 de Febrero” dispuso esfuerzos para concretar la separación de los residuos sólidos urbanos.

Los detalles más preocupantes del denunciado accionar en el vertedero oficial, apuntan directamente a EMRE (ahora “Esterilizadora Norte”), encargada del manejo de patógenos que son tratados través del sistema que  utiliza como elemento principal a un horno autoclave esterilizador a vapor saturado.

 

Facturar más, esterilizar menos

 

Las fuentes consultadas por este matutino revelaron que la pretensión de obtener más rentabilidad por la actividad de procesado generó que se recibiera cada vez más material para esterilizar.

Así y tal como indican las imágenes el galpón donde se acumulan las bolsas con material hospitalario descartable y desechos humanos (amputaciones de brazos, piernas, fetos, extirpaciones menores de cirugía, entre otros).

También empezaron a llegar desde Río Cuarto, restos de los animales que usaban los estudiantes de la carrera de Veterinaria que se dicta en la Universidad Nacional de la ciudad del sur provincial.

La cantidad de material obligó, según aseguran los denunciantes, que se adquiriera una prensa con la que comenzaron a compactarse los patógenos para su ubicación dentro del cubículo del autoclave.

El problema es que el sistema garantiza la esterilización en cargas de hasta 150 kilógramos. Al redoblarse la cantidad y pesos de desperdicios dentro del dispositivo, el aseguramiento de que el proceso cumpliera con su objetivo quedó así descartado.

La siguiente etapa de todo lo que se presumía esterilizado era su traslado en bolsas con capacidad de entre 15 y 20 toneladas, hacia las cavas comunes donde se depositan habitualmente los residuos sólidos urbanos. 

Según pudo conocer este matutino, al incluirse elementos metálicos cortantes en la masa de patógenos, era usual durante los movimientos de materiales hacia su destino final (previa escala en las descomunales montañas de basura existentes en el predio), era común la rotura de las bolsas y los desprendimientos de líquidos que se ponían en contacto directo con el entorno exterior.

También era lamentablemente habitual que jaurías de perros y bandadas de pájaros se alimentaran de lo que quedaba expuesto en los bolsones.

Entre los señalamientos que tuvo EL DIARIO posibilidad de observar figuran la aparición en el basural, de féretros cerrados, mortajas y otros elementos funerarios de los cuales no se pudo corroborar con precisión su procedencia (se sospecha que de algunos crematorios de la región).

Incluso trascendió que ocurrieron en el vertedero dos incendios de importante magnitud y que varios de los empleados sufrieron accidentes laborales sumamente riesgosos.

Los datos, acompañados de material fotográfico, demuestran una lamentable realidad que aconteció y que se espera haya sido modificada. Apelamos a la responsabilidad de los encargados de darle a los residuos un tratamiento óptimo.

Nuestra salud, el territorio donde nos desarrollamos y que será el que habiten las generaciones que nos precedan necesitan hoy de un compromiso empresarial serio y no el despropósito de alimentar arteramente una “bomba” ecológica que nos pasará factura a toda la población en poco tiempo más.

 

Más que observados

 

Durante octubre de 2010, el entonces secretario de Ambiente de la provincia, Raúl Costa, reveló ante este matutino, los resultados de una auditoría efectuada a EMRE.

En  aquel informe Ambiente recomendó “garantizar la cobertura periódica con suelo de los residuos sólidos urbanos dispuestos en la fosa de disposición final, reducir el frente de trabajo, tomar medidas respecto al ingreso de colegios que visitan el canil ubicado en el interior del predio ya que el acceso se da a través de la zona destinada al tratamiento de residuos patógenos y reducir la generación de material volante que impacta en campos vecinos”.

También se  solicitó “extracción y tratamiento de líquidos lixiviados (que provienen del material de desecho acumulado), extender el alambrado olímpico a todo el predio de disposición final de los residuos, controlar plagas y sacar animales sueltos, cumplir con el monitoreo de acuerdo a los términos de referencia de Ambiente, controlar el ingreso con colocación de básculas, controlar periódicamente el funcionamiento del relleno sanitario (por parte del municipio) y presentar plan de avance y mejoramiento de los trabajos en las celdas (cavas)”.

 

Imágenes:

F1: En el predio donde se ubica el vertedero oficial, crematorios de la región habrían llevado ilegalmente féretros y otros elementos funerarios para depositarlos allí.

F2 y F3: El galpón donde se almacenan los patógenos luce desbordado de material para esterilizar (arriba). La caldera de la autoclave, en malas condiciones (arriba derecha).

F3: Los patógenos, a la intemperie en el basural municipal-