Ayer fue el Día Internacional contra la Homofobia y la Transfobia y en Buenos Aires la comunidad homosexual cuestionó por homofóbica a ley de donación de sangre (la 22.990), porque establece que no pueden donar las personas que han tenido relaciones con personas del mismo sexo en los últimos 12 meses, un punto que se encuentra en el cuestionario que se le hace a quien realiza el acto altruista.
En agosto del año pasado la Cámara de Diputados de la Nación dio media sanción para modificar el artículo 45 de dicha norma. Se establece que los donantes deben someterse obligatoriamente a un examen e interrogatorio “sobre toda enfermedad o afección padecida o presente”, pero las preguntas no pueden ser “lesivas del derecho a la diversidad sexual ni referirse a la orientación sexual del donante o al género de las personas con las que éste ha mantenido o mantiene relaciones sexuales”.
Desde las organizaciones de diversidad sexual recalcan que existe un prejuicio hacia la comunidad por lo que significó el HIV en sus inicios, cuando se lo vinculó a las relaciones entre hombres.
Mientras que se espera que la Cámara de Senadores dé el aval al proyecto, EL DIARIO buscó ayer conocer qué ocurre en el Hospital Regional Pasteur.
En la sala de Hemoterapia explicaron que en el nosocomio y en coincidencia con la postura de la Provincia no se le pregunta a la persona si ha tenido o tiene relaciones gays. Y aseguraron que no hay prejuicios ante ningún donante. Lo que se busca es determinar si la persona es promiscua, pero sin direccionar los interrogantes a su elección sexual.
En el cuestionario médico confidencial se pregunta, por ejemplo, si se siente bien o sano actualmente, si está tomando alguna medicación, si padece enfermedad del corazón, anemia, hemorragias o diversas patologías, si tiene HIV, si es alérgico, si toma bebidas alcohólicas, si ejerce o ejerció la prostitución, entre muchos otros planteos.
Si bien en el punto 48 del cuestionario escrito aparece la consulta al hombre de si tuvo contacto sexual con otro hombre, la jefa del área Rosa Ambrosio aseguró a este matutino que esa pregunta se obvia hace mucho tiempo. “Pueden dar fe las cientos de personas que han venido a donar”, recalcó.
Además de la entrevista, del llenado del cuestionario y de la apreciación clínica, el otro paso que comprende el proceso de donación es una ficha de autoexclusión confidencial posdonación.
“Usted ya donó sangre. Si se sintió obligado a hacerlo por alguna circunstancia, si no contestó sinceramente las preguntas por temor o por vergüenza, si piensa que su sangre no es segura, todavía está a tiempo para evitar un riesgo para el paciente que la reciba”, dice la misma.
“Puede que alguien tenga hepatitis o HIV, los demás no sepan y obligado por las circunstancias, por ejemplo, un accidente de su padre, sienta que no puede decir que no al pedido de los familiares para que done, entonces viene, dona, pero luego se autoexcluye a través de esa ficha con reserva de su identidad”, recalcó por su lado Leandro Parnisari, consultado por este diario.