Según un estudio de los últimos días del INTA, las pérdidas de cosecha durante la actual campaña de soja que todavía no ha finalizado (campaña 2012/2013) está arrojando valores promedio de 135 kilogramos por hectárea, que multiplicado por el área de siembra de 19,12 millones por hectárea, representan 2,58 millones de toneladas de granos que quedan en el rastrojo, lo que significa una reducción del saldo exportable en aproximadamente 1.390 millones de dólares.
En este sentido, la propuesta del INTA es lograr reducir los valores actuales de pérdida en un 20% en los próximos 3 años, aumentando el saldo exportable en 278 millones de dólares y “reducir en un 40% las pérdidas actuales de daño mecánico al grano durante la cosecha y poscosecha”, puntualizaron.
Siete provincias
Las pérdidas de cosecha de soja de esta campaña evaluadas por el organismo estatal se concentró en siete provincias, donde indicaron “un promedio de 135 kg/ha, a diferencia de los 169 kg/ha que se producían 10 años atrás cuando la institución inició el Proyecto de eficiencia de cosecha y poscosecha”.
Y agregaron que “estas mejoras sustanciales en los niveles de pérdidas en soja se detectaron en los últimos años, pero todavía se pueden reducir significativamente, dado el rejuvenecimiento del parque de cosechadoras que pasó de 12 años de edad promedio en 2003 a 8,5 años en 2013”.
Por otro lado, destacaron que “la cantidad de cosechadoras disponibles aumentó en los últimos 6 años, pasando de 18.000 en 2002 a 25.189 en la actualidad, lo que permite disminuir las pérdidas de pre-cosecha por la disponibilidad de máquinas y la consecuente posibilidad de ingresar a cosechar al lote en el momento oportuno”.
Eficiencia
Para aumentar la eficiencia de cosecha y disminuir un 20% las pérdidas de grano de soja, proponen “adelantar el inicio de la cosecha (15% de humedad) para finalizar con 12%, regular mejor los cabezales y cosechadoras, reducir un 10% la velocidad de avance (nunca superar los 7 km/ha en cosecha de soja)” y evaluar permanentemente las pérdidas de cosecha con la metodología del INTA.
Otro punto que remarcaron es “la figura del contratista especializado y tecnológicamente actualizado, el cual aparece como aliado al logro de este objetivo”.
Los nuevos valores de tolerancia fijados por el INTA son de 75 kg/ha. “Este valor debe mantenerse independientemente al rendimiento del cultivo, la tolerancia será siempre de 75 kg/ha por cosechadora para cualquier rendimiento del cultivo”, sostuvieron.
En esta línea, añadieron que “los valores son orientativos y están fijados para condiciones de cultivo buenas, si el cultivo presenta mucha susceptibilidad al desgrane natural (pérdidas de pre-cosecha alta, etcétera), la tolerancia por cosechadora debe incrementarse”.
Siguiendo con el estudio, subrayaron que “cosechar soja con eficiencia es un elemento clave en la unidad productiva, ya que repercute directamente en la rentabilidad del cultivo”.
Además, citaron un caso a modo de ejemplo: “Si arrendáramos para trabajar un lote en el que logramos un rendimiento de 26 quintales por hectárea, realizando un manejo adecuado en cuanto a calidad de siembra y sanidad del cultivo, teniendo en cuenta que las pérdidas promedio de cosecha de soja en esta campaña son de 135 kg/ha, podemos inferir que el impacto de ese nivel de pérdidas sobre la disminución del margen neto es del 39%”.
En este sentido, continuaron: “Si en cambio, a ese lote lo cosechamos por debajo del nivel de tolerancias -que propone el INTA- la disminución del margen neto sería del 20%, porcentaje que va decreciendo a medida que incrementamos la eficiencia de cosecha”.
Este dato destaca la importancia de trabajar para incrementar la eficiencia de cosecha, acción que en la mayoría de los casos tiene un costo “cero” y que repercute notablemente en los márgenes de la actividad. Es por esto que el INTA propone implementar un acuerdo de bonificaciones para premiar a los contratistas que generan un bajo nivel de pérdidas en cosecha. “Este sistema consiste en aplicar bonificaciones variables cuando se logra trabajar en niveles inferiores a la tolerancia de pérdidas de cosecha indicada por el INTA (75 kg/ha)”, recalcaron.
Conclusión
El estudio del INTA llegó a la pregunta y por ende, respuesta: “¿Será posible lograr una reducción de las pérdidas aún mayor en el futuro? Sí, es posible, porque el parque de cosechadoras mejoró en cantidad y calidad y la información de cómo hacerlo está disponible”.
Y concluyeron que “Argentina posee productores y contratistas de cosechadoras muy bien preparados para lograrlo. De hecho que muchas evaluaciones de pérdidas están por debajo de los 50 kg/ha de pérdidas totales. Además el cultivo de soja es el que mayor carga tecnológica posee en Argentina”.
Foto 2: Desde el INTA aseguraron que es posible una mejor eficiencia, porque una de las claves es la reposición de maquinarias, que aumentó en los últimos seis años, pasando de 18.000 en 2002 a 25.189 en la actualidad