En el mes de mayo del año 1940, el intendente municipal Salomón Deiver recibió una nota despachada por alumnos de quinto y sexto grado de la Escuela República del Paraguay. En esa misiva, los niños decían que se habían “propuesto seguir un vasto plan de educación integral” por lo cual solicitaban la exención “del impuesto correspondiente a la rifa que con ese objeto tienen proyectada”, además pedían “uno o dos peones para emparejar el terreno” donde construirían “una cancha” de basquetbol
Escribe: Jesús Chirino
Al pie de dicha nota pueden leerse las firmas de Velia Cardarelli, Helda E. Andrada, Alcides Rivarola, Dolores A. Díaz, Hugo Bono y Lidio E. Omega. Acompaña la nota un boleto de aquella rifa, que tenía un costo de $0,30 y cuyo sorteo estaba previsto para la segunda jugada de la Lotería Nacional en el mes de julio de 1940. En el mismo puede leerse que lo recaudado iría para “material de experimentación de física y química”, también se informa que el premio era “un reloj pulsera, para señorita o caballero (a elección)”. En esta, y otras notas similares, se visualiza la actividad extraáulica que entonces desarrollaban los estudiantes de esta escuela, cuestión que nos lleva a interrogarnos acerca de la concepción de alumnos que entonces estaba en vigencia en el sistema educativo formal y su manifestación en la realidad local.
Trabajadores de la educación
La historia del Escuela República del Paraguay nos proporciona documentos en los cuales puede advertirse algo de esas concepciones. Uno de esos documentos es un acta, de la Inspección de la 13º Sección de la Inspección de Escuelas de la provincia, fechada el 26 julio de 1941. Según esta documentación, por entonces asistían 300 alumnos a esta escuela, de ellos 165 eran varones, siendo mujeres los 135 restantes. Para la Inspección era una preocupación la cantidad de estudiantes en el aula. Un párrafo del acta dice: “El número de alumnos existentes en 2° grado es excesivo, por lo que se hace necesario desdoblarlo y nombrar un maestro para su atención. Este grado puede funcionar en el turno de la tarde en el aula que en la mañana funciona el 6°”. Recordemos que entonces la Escuela República del Paraguay funcionaba en una casa particular, en la calle General Paz. El equipo docente estaba integrado por la directora Rosa Tejeda Vázquez de Theaux, con título de maestra normal nacional. La misma titulación poseía la vicedirectora Humberta Capitanelli de Manelli. En tanto que al frente de los grados estaban Mercedes V. Prado, Esther Brandán, Dolores Clementina Torres, María Nelly Peralta, Noemí Peña, Aurelia Bargioni y Alonso Nicolás Baigorrí. Dibujo era dictado por María Biassi. María Eugenia Bucchioni y María Bonoris daban clases de labores. Por su parte Gregoria Sosa ejercía como portera.
Recomendaciones
En relación a la enseñanza en el informe de inspección puede leerse que la misma estaba “orientada con tendencias modernas, aunque todavía no se ha encarrilado debidamente en este sentido, pero llenan en gran parte los propósitos que persiguen los programas”.
Desde la Inspección también se dejaron escritas instrucciones para la preparación de las clases según las cuales el maestro “debe tener presente y ajustarse al siguiente plan: a) tema, b) su presentación como estímulo del interés, c) desarrollo, d) orden a seguir, e) conceptos a fijarse, f) propósitos inmediatos y mediatos que se persigan, g) trabajos prácticos. Así la enseñanza resultará ordenada y nada quedará librado a la improvisación”.
En el escrito mencionado se referencian dos pedagogos, por un lado a Ovide Decroly como así también a Pestalozzi. El primero planteaba el respeto del niño y su personalidad para que éste se preparara para la vida en libertad. Se oponía a la disciplina rígida a la vez que sostenía que debía generarse un ambiente motivado. En tanto Pestalozzi tomaba algunos principios de Jean Jacques Rousseau y también planteaba la necesidad de libertad del niño; enseñar a describir, partir de las cosas sencillas y avanzar a las más complejas, enseñar por medio del dibujo.
En general lo que se desprende del informe de Inspección es que se promovía los lineamientos de una corriente pedagógica denominada Escuela Nueva, opuesta a la denominada educación tradicional. A esta última se le criticaba su autoritarismo, formalismo y el hecho de fomentar la competitividad. Otra cuestión que se señalaba como negativa de la educación tradicional era el aprendizaje memorístico, el ser poco participativa y desarrollarse a partir de una concepción de alumno pasivo.
En el instructivo que la Inspección dejó en la escuela República del Paraguay pueden leerse recomendaciones que dan cuenta de la adhesión a la corriente pedagógica que en Argentina tuvo un importante desarrollo en los años 20 y 30 del Siglo XX, tratando de superar la educación normal.
En las recomendaciones se insiste en la autonomía del niño. Así es que pueden leerse expresiones como: “El maestro no debe adelantar la información cuando se trate de algo que el niño pueda descubrir por sí mismo. La iniciativa no debe partir del maestro, sino del niño si queremos que en el sistema de enseñanza haya proceso mental”. “Procurar que el niño haga por sí solo las agrupaciones y sustracciones objetivas y representación numérica”. “Las fórmulas deben ser deducidas por el niño y no dadas por el maestro. Acostumbrar al niño a trabajar solo. El maestro debe presentar el problema a la clase para que lo estudie silenciosamente y que después lo resuelva. El maestro se concretará a observar el trabajo y controlar los resultados para después enseñar al que no sabe”. “En los problemas de perímetro y superficie, no dar al niño datos que él puede averiguar por sí solo”. “El maestro se concentrará a guiar y a informar en los momentos oportunos, pero nunca adelantar la información a la investigación. No olvidar aquel principio pestalozziano que dice: no decir al niño lo que puede descubrir por sí mismo. El sistema que el niño vaya repitiendo la información del maestro no es aconsejable ni como medio de fijar conocimientos”; en Geometría se dice que el alumno “lo hará todo: observar, dibujar, definir, comparar, asociar, medir, descomponer, construir y operar. El maestro será un personaje secundario y su acción sólo se limitará a dirigir la observación”.
La inspección también deja en claro que no debe pensarse lo memorístico como principal forma de que el niño adquiera conocimiento, así se dice que en ciencias “no deben faltar los ensayos, la observación, la experimentación y la reflexión. De nada valen el verbalismo y el memorismo”.
Como puede verse, el informe da cuenta del pensamiento pedagógico que imprimía la Inspección en la escuela como el caso de la que nos ocupa. Por otra parte la nota remitida por los niños al intendente Deiver da señales de la importancia del deporte y la iniciativa de los niños en el planteo de cuestiones relacionadas con sus intereses. El conjunto de elementos permite componer una idea acerca de la concepción pedagógica practicada en esta escuela a inicios de los años 40 del siglo próximo pasado.