La mayoría oficialista posibilitó el aval que necesitaba el Ejecutivo para rematar los vehículos que permanecen sin retirar y que la comuna tiene incautados por infracciones.
La Municipalidad de Villa Nueva tiene más de 50 motocicletas y cuatro automóviles que no han sido retirados por sus propietarios, quienes no han abonado las multas y así los rodados permanecen desde hace mucho tiempo en el depósito.
Según el Régimen Jurídico del Automotor, se puede disponer de vehículos secuestrados luego de que transcurra un plazo mayor de seis meses.
Por eso, el intendente Guillermo Cavagnero había enviado un proyecto proponiendo la venta en pública subasta, de acuerdo a lo que estipula el régimen de compras municipal.
El mandatario pidió que se contrate los servicios de dos martilleros públicos en particular, a través de un contrato de locación de servicios. Se trata de Víctor Manuel Cortez y Eugenio María Olcese. Fue precisamente esta circunstancia la que distanció a los ediles de las bancadas de las minorías.
El concejal de la UCR, Javier Pérez, habló del emblemático "Compre local" a la hora de fundamentar su rechazo a la iniciativa oficial. "Hay martilleros en la ciudad entonces no puede ser que se les vede la posibilidad a los mismos y a todo otro profesional de presentarse en un concurso", declaró.
"El Colegio que los nuclea debería poner el ojo", advirtió.
Pérez dijo que Olcese y Cortez ya hacen lo mismo en Villa María y otras ciudades.
Luego indicó que la modalidad no ha sido, en algunos casos, buena experiencia, "ya que hay quienes siguen renegando con la documentación de vehículos".