Lo que parecía ser un día normal para la labor de un grupo de dirigentes del gremio de trabajadores lácteos, terminó convertido en un día de furia.
Los hechos ocurrieron ayer en una inspección laboral realizada en la fábrica “Sol de Enero” ubicada en la zona rural de Villa Nueva (entre esa ciudad y Arroyo Cabral).
El propietario de esa usina láctea, Daniel Pomba, reaccionó con ira ante la presencia de los dirigentes de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (ATILRA) y de los inspectores del Ministerio de Trabajo de la Provincia.
Según quedó plasmado en la denuncia presentada después en la Justicia, el propietario de la fábrica arremetió a patadas contra el vehículo del gremio, arrancó un espejo, a la par que amenazaba a los dirigentes.
Pedro Fernández, titular del sindicato en Villa María, señaló que la fábrica en cuestión comenzó a trabajar en marzo del año 2009 con todos los requisitos.
“En los últimos tiempos, ellos aludieron problemas de comercialización y dejaron de cumplir con las mínimas condiciones”, dijo, al señalar que en el último año vienen siguiendo un expediente con esa fábrica por falta de pago de aportes a la obra social, la jubilación y a la mutual.
Además, registraron en la inspección de ayer a un empleado de 17 años que estaba en negro.
Otra de las infracciones tiene que ver con las condiciones de Seguridad e Higiene, razón por la cual la empresa fue clausurada tiempo atrás.
“Ya iniciamos acciones judiciales contra la empresa y tienen un embargo para cobrar esas deudas”, agregó Fernández.
Pero además, en los últimos tiempos, hubo una intención de cambiar la razón social.
“Los trabajadores siguen perteneciendo a Sol de Enero según ellos mismos dicen. El dueño habla de otra empresa, pero no está registrada. Es por eso que también informamos a la AFIP”, agregó Fernández.
La fábrica láctea tiene seis empleados. Al respecto, el titular de ATILRA señaló: “Es una fábrica chica, como muchas otras que están en las mismas condiciones y cumplen con todos los requisitos. Por eso creo que es una competencia desleal hacer quesos y venderlos en negro, mientras otros, igual de chicos que ellos, están al día con todo”.