El juicio que se le sigue a Juan Carlos Kodjadelián por el asalto y posterior muerte de la vecina craikense Vicenta Pereyra de Bascano llega hoy a su fin.
Durante las primeras horas de la tarde, cuando concluya esta tercera y última audiencia de debate, el acusado sabrá si recupera la libertad después de un año y nueve meses, o si -por el contrario- queda entre rejas por un muy largo período de detención.
Es que la suerte de este porteño de 46 años de edad se definirá entre dos extremos muy distantes: la absolución o una severa condena.
Sin embargo, y a partir de algunos elementos de prueba que hoy serán valorados por el fiscal Francisco Márquez y el abogado defensor Martín Mattea en sus respectivos alegatos, todo parece indicar que el proceso oral y público concluirá con una sentencia condenatoria, y en el marco de esa hipótesis, que la pena que se le imponga a Kodjadelián podría rondar los 16 años de prisión.
Por un lado, es un hecho que el fiscal de Cámara descargará su pesada artillería acusatoria, basándose en distintos elementos probatorios que obran en el expediente, aunque el más destacado y contundente es una prueba genética que ubica a Kodjadelián en la escena del crimen.
Tal como informó EL DIARIO en su edición de la víspera, se trata de una pericia de ADN, realizada sobre un cigarrillo a medio fumar que personal de la Policía Científica encontró en la casa de la víctima, lo que compromete seriamente al acusado.
Por su parte, el defensor anticipó irá por la absolución de su cliente, aunque para sostenerla deberá derrumbar todas y cada una de las pruebas que incriminan a Kodjadelián. Las testimoniales tal vez sean las más endebles, pero difícilmente se pueda refutar la pericia genética.
Ultimos testigos
Especulaciones periodísticas al margen, vale señalar que esta tercera audiencia (convocada para las 8.30) se iniciará con la recepción de los testimonios de dos vecinas de James Craik, Cecilia Vilchez y Estela Marengo, y del comisario Carlos Ciccarelli, quien estuvo a cargo de casi toda la investigación policial.
El uniformado fue requerido por los miembros del jurado popular, quienes al finalizar la audiencia del miércoles, le plantearon el requerimiento al fiscal Márquez, quien a su vez lo comunicó al tribunal que preside el juez René Gandarillas.
Luego de que se agote la recepción de pruebas, se escucharán en la sala del quinto piso de Tribunales los alegatos del acusador público y del letrado defensor, y se estima que el veredicto se conocerá en las primeras horas de la tarde.
Cuando Márquez y Mattea finalicen sus conclusiones, Kodjadelián podrá hacer uso de lo que se conoce como “última palabra”, y tras cartón, jueces y jurados pasarán a deliberar para dictar sentencia.
El cónclave final
En este punto hay que señalar que sólo los ocho jurados titulares tomarán parte del cónclave en el que se debatirá sobre la inocencia o culpabilidad de Kodjadelián, junto a los tres magistrados que intervienen como jueces técnicos.
Así las cosas, de las deliberaciones participarán los ciudadanos Matías Ponce, Alicia Aladín, Adriano Da Ros, Apolonia Gómez, Rodolfo Rodríguez, Cecilia Raschella, Lucas Salera y Carolina Mollio, además de los camaristas Gandarillas, Silvia Saslavsky de Camandone y Cecilia Fernández de Ferrero, con la asistencia de la secretaria Gabriela Sanz.
Cabe señalar que los jurados suplentes no intervendrán en el debate final, puesto que así lo establece la Ley de Jurados Populares Nº 9.182. Ellos son Marcelo Frasca, Vilma Vieyra, Gerardo Rista y Graciela Ferreyra.
De la votación sobre la inocencia o culpabilidad de Kodjadelián participarán ambas magistradas y los ocho jurados, mientras que el presidente del tribunal sólo emitirá su voto en caso de que haya un empate.
Si el veredicto, aunque sea por simple mayoría (por ejemplo, 6 a 4), determina que el acusado es inocente, los miembros del tribunal deberán dictar la absolución y ordenar su inmediata libertad. Pero si el fallo es condenatorio, entonces serán los camaristas quienes, ya sin la participación de los jurados, resolverán el monto de la pena a imponer, en función del marco legal que establece la legislación argentina para el delito que se le atribuye a Kodjadelián.
Al respecto, cabe recordar que el convicto porteño está imputado como presunto autor de “robo seguido de muerte”, un grave ilícito que es legislado por el artículo 165 del Código Penal de la Nación.
Dicha norma legal establece que “se impondrá reclusión o prisión de 10 a 25 años si, con motivo u ocasión del robo, resultare un homicidio”.
Otros detalles
Juan Carlos Kodjadelián nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 1967 y registra último domicilio en 25 de Mayo 339, en la localidad bonaerense de Vicente López, aunque anteriormente estuvo radicado en el barrio porteño de La Recoleta.
Posee antecedentes penales, ya que fue condenado en tres ocasiones (siempre por delitos contra la propiedad), y pasó siete años y medio en la cárcel, y está acusado de haber asaltado y golpeado a Vicenta Pereyra, de 73 años, en horas de la mañana del lunes 23 de enero de 2006.
La mujer, una viuda que vivía sola en su casa ubicada en la esquina de callejuela Alem e Intendente Fasolis, en la vecina localidad, estuvo amordazada y atada de pies y manos durante casi 48 horas, y falleció el viernes 27, cuando se encontraba internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional Pasteur.
La demora en la sustanciación de este juicio obedece a que Kodjadelián permaneció prófugo de la Justicia por espacio de cinco años y siete meses, ya que recién fue detenido en la provincia de Buenos Aires a fines de agosto de 2011.