Jockey Club demostró ayer que sus planes de desarrollo y evolución para la presente temporada están más que intactos. 

Enterrando en el olvido su caída ante San Martín acontecida siete días atrás, los de barrio Roque Sáenz Peña lograron ayer un importante triunfo por 19 a 13 frente a Palermo Bajo.

El logro, más que relevante en lo anímico, vuelve a ubicar a los discípulos de Pablo Sessarego y Juan Pablo Frúgoli en el grupo de los que prometen dar durísima batalla para quedarse con el título de campeón.

En su cancha, el elenco “Verde” contó con las presencias entre los titulares de Rodrigo Bruno y César Fruttero. Con los internacionales en cancha, el conjunto villamariense llevó a la práctica un programa de juego que exigió altas dosis de sacrificio, sobre todo de los delanteros.

La visita, siempre predispuesta a fundamentar su juego con los forwards como protagonistas hizo precisamente lo que se preveía. Con los “gordos” el Bajo fue para adelante.

En la primera parte, los dueños de casa tuvieron que rasparse de lo lindo para parar a sus oponentes. Jugando defensivamente al límite, el “Hípico” incurrió en muchas infracciones y perdió totalmente el control del scrum.

Liderando esta formación fija y resolviendo mejor que su oponente las situaciones en los puntos de contacto, los de barrio Los Bulevares insinuaron que inclinarían las acciones del partido a su favor.

No obstante el dominio, los primeros que hicieron estremecer el marcador fueron los locales. 

A los 19 minutos, Nicolás Ferreyra (fundamental para la definición del choque) sacó de su galería de recursos técnicos un “sombrerito” en extremo ataque que dejó de cara al try a varios de sus compañeros.

Finalmente el que logró quedarse con el pase try fue Ezequiel Acosta que apoyó la guinda bajo los palos.

Asimilando el golpe, los “escarabajos” siguieron insistiendo con su libreto. La fuerza y penetración de los delanteros terminó generando una brecha en la prolija defensa de Jockey Club y fue Matías Vila quien decretó con su conquista la paridad en la pizarra.

Con el marcador en equilibrio, Palermo Bajo era un poco más que su anfitrión pero nunca pudo trasladar su mejor pasar a los números del juego.

Los que sí aprovecharon sus chances fueron los hombres de verde que con intenso viento a favor y la puntería exacta y potencia con el pie de Ferreyra, lograron por un lado despejar los problemas de su campo y por otro, sumar de a tres puntos (penal a los 34 minutos), quedándose así con el parcial.

En la segunda parte del enfrentamiento, Jockey Club cambió rotundamente su actitud y salió a buscar el triunfo.

La superación actitudinal llevó a la escuadra villamariense a adueñarse de los scrums y desnudar los errores de los visitantes. Llegaron los penales con infracciones varias, y 

“Fefe” no desperdició nada de lo que pudo embocar entre las haches.

Cuando promediaba el capítulo final llegó la reacción de los cordobeses. Arremetiendo con el pack de delanteros y luego tratando de desplegar a sus backs, Palermo Bajo recuperó la iniciativa.

La levantada se tradujo en puntos por penales de Martín Maineri que a ocho minutos del final del pleito deportivo, dejaba con sus aciertos aéreos todos los interrogantes abiertos sobre quién se quedaría con toda la alegría del triunfo.

Escasos segundos después, llegarían las respuestas para los que tenían dudas.

Con Rodrigo Bruno como principal ariete ofensivo, Jockey volvió a llevar sus intenciones a la mitad de cancha que ocupaban los de Córdoba. 

En extremo ataque, el que terminó definiendo las cosas fue Ferreyra con un soberbio drop a 240 segundos del pitazo final.

De nada sirvió que los del Bajo hicieran el máximo esfuerzo para llevar la guinda al ingoal verde. 

Con tackle firme y sin desordenarse defensivamente, los “Hípicos” atesoraron  en el epílogo del partido una victoria que les sirve, sin dudas, para seguir consolidándose como uno de los firmes pretendientes al cetro del rugby cordobés.

Resultados