A principios de la segunda década del Siglo XX, desde nuestra ciudad se le escribió a Manuel Anselmo Ocampo preguntándole por las escrituras de tierras de esta localidad. Respondió uno de sus hijos. La niebla de los años y el deterioro que con ellos suele llegar, habían transformado, para Manuel, en inescrutables los hechos de los años fundacionales de Villa María
Escribe: Jesús Chirino
El tercer día de mayo del año 1914 Serafín Olivero, presidente de la Comisión Administradora del Municipio, le escribe a Manuel Anselmo Ocampo, terrateniente reconocido como el fundador de Villa María, residente en la ciudad de Buenos Aires. La misiva del jefe comunal textualmente planteó: “Enterado el que subscribe de que en la escritura de venta de los terrenos que forman y circunscriben al pueblo de Villa María”, que a nombre de Ocampo había firmado “Don Pablo Barrelier, a favor de Don Joaquín Pereira, se expresa que exceptúa de dicha venta dos medias manzanas donadas por Ud. a esta municipalidad y no habiendo constancia en el Archivo Municipal de dichas donaciones, me permito -en mérito al derecho que según dicho documento correspondería a esta comuna- molestar su atención, rogándole quiera manifestarme si esas donaciones llegaron a escriturarse y si, en caso negativo, estaría dispuesto a otorgar la correspondiente escritura de donación”.
Nótese que Olivero se refiere a Villa María como “pueblo”, dado que el Gobierno provincial daría el reconocimiento de ciudad a nuestra población recién en 1915. La escritura referida es la que se firmó el 11 de diciembre de 1880 en la escribanía de Félix Rodríguez, en la ciudad de Córdoba. El trámite se hizo a partir de lo estipulado en el boleto de compraventa rubricado en la ciudad de Rosario, el 20 de agosto, donde se pactaron los veintisiete mil pesos bolivianos, pagaderos en dos cuotas.
//–/En la mencionada escritura quedó plasmado el cambio de propietario de los terrenos de la localidad y campos vecinos, que de la propiedad de Ocampo pasaban a manos de Pereira y Marcelino Arregui. Según los términos de aquella adquisición, en condominio e indivisa, dos tercios de la propiedad correspondían a Pereira y el resto a Arregui.
La respuesta
La respuesta a la carta de Olivero no se hizo esperar. Está firmada por Alejandro Ocampo y fechada el 5 de mayo de 1914. La nota dirigida “al Sr. intendente municipal” comienza diciendo “contesto su muy atenta nota, fechada el 3 del corriente, dirigida a mi Sr. padre Don. Manuel A. Ocampo”. La nota está escrita en papel membretado con el nombre de Ocampo padre y la dirección Lavalle 777. La misma que mencionara Victoria Ocampo en un escrito que, en oportunidad del centenario de Villa María, escribió recordando a Manuel, a quien ella y otros nietos llamaban “papocampo”. Esta mujer, representante de la oligarquía argentina, escribió “En los patios de la calle Lavalle 777 (hoy cine Ambassador) no sólo florecían magnolias. Reían muchachos y muchachas que daba gusto mirar. Éramos un clan. De acuerdo con las edades, y por grupos, nos presentábamos en días fijos a comer con nuestros abuelos. Docenas de caras frescas jabonadas y alegres iban a besar semanalmente a Manuel Anselmo. Vayan a saludar a su ‘Papocampo’, decía mamá Angélica en cuanto llegábamos”.
No recordaba nada
Para 1914 la salud de Manuel estaba deteriorada. La misma Victoria escribió “Al final de su vida estaba francamente neurasténico (así se llamaba a su estado de angustia entonces)”. En la respuesta remitida por el hijo Alejandro dice: “Siento mucho tener que manifestarle a Ud. que por la edad avanzada de mi Sr. padre y haber éste perdido su recuerdo como por no tener ningún antecedente ni documento comprobatorio del hecho que Ud. denuncia”. También aclara que Pablo Barrelier había “fallecido en la ciudad de Córdoba hace ya años”. Luego de decir que no es posible aportar datos, Alejandro Ocampo reitera que “mi Sr. padre no recuerda absolutamente nada de esa época y como quien pudiera informarlo no existe ya, no podemos complacer a Ud., muy a pesar nuestro”.
Quien había sido propietario de estas tierras y mandado a fundar la población no podía recordar nada de lo sucedido apenas 13 años después de iniciarse formalmente la existencia de la localidad.