Llevado por la frescura y el hambre de gol que otorgan sus jóvenes, Atlético Ticino vio luz en el camino a la clasificación.
En Plaza Ocampo, el equipo de Germán Vicario se quedó con la “final” del cuarto puesto, luego de transpirar para vencer 2-1 a Universitario, que se complicó solo por ineficacia en ataque, una expulsión inoportuna y problemas en el fondo.
La victoria dejó al elenco ticinense con un panorama favorable, toda vez que depende de sí mismo para acceder a los cuartos de final, un lugar ahora lejano para la “U”.
El empate ya parecía negocio para los visitantes, teniendo en cuenta que su rival todavía debe cumplir con una fecha libre. Y en ese sentido, Joselito Bernadó mandó a los suyos a mostrar un juego voraz en cuanto a sumatoria de hombres en el ataque y tenencia de pelota en campo contrario.
Con la presión de Carlos Jacobi en el sector medio, la sapiencia de Lucas Barengo y las subidas de Diego Vicario y Joaquín Hernández, Universitario fue superior en el primer tiempo, pero no supo trasladar esa supremacía al arco defendido por el experimentado Diego Fantino.
El portero desvió dos remates de Barengo (uno violento, de tiro libre) y, cuando no pudo atajar, fue salvado por su compinche de mil batallas, Mauricio Savino, tras una definición de emboquillada de Paolo Ostiatti.
Hernández, Jacobi (de tiro libre) tampoco pudieron imponer la puntería en el momento más favorable del elenco local.
Mientras, Ticino debió juntar más gente para defenderse y salir de contragolpe por intermedio de dos delanteros rapiditos, Rodrigo Fassi y Ezequiel Favalli. Y eso apenas entusiasmó en un par de oportunidades, con un tiro desviado de Bertola y, previo a todo, un quedo de Favalli ante la salida de Mancilla.
Es cierto que todo pudo haber cambiado si el árbitro del encuentro, Hugo Banegas, le cobraba un penal de Luis Fassi sobre Favalli, a los 28 minutos, pero en la acción rápida -de contragolpe- no colaboró el primer asistente, Orlando Sabadíaz.
Más allá de la situación, dio la impresión de que Universitario había dejado pasar un primer tiempo favorable que debía refrendar en los segundos 45 minutos.
Sin embargo, en un arranque entretenido del complemento, Nicolás Pierantoni vio la segunda amarilla por una infracción y dejó a su equipo con uno menos.
Atlético Ticino comenzó a darse cuenta de que podía explotar espacios con sus mejores hombres y entendió que, a falta de Ayrton Páez (operado en la semana, vio el partido desde la tribuna), buenos son los Bertola, Fassi y compañía. Ellos se cargaron el partido al hombro, comenzaron a jugar en serio y el partido cambió de protagonista mientras el local exhibía sus inconvenientes para hacer pie en el fondo, a pesar del retroceso de Diego Vicario.
Los envíos largos o cambios de frentes marcaban heridas en la defensa académica por la velocidad de los antes mencionados. Y desde entonces llegó un aluvión: primero Mancilla debió esforzarse tras un remate de Acosta, luego Fassi, increíblemente, metió una pelota en el palo cuando sólo tenía que empujarla. Y tres minutos después llegó la revancha para el delantero, quien marcó el 1-0, captando el rebote de Mancilla, después de una jugada que organizó Acosta y un remate que ejecutó Bertola.
El partido se inclinaba claramente para el visitante, pero Bernadó le puso pimienta a la tarde cuando mandó a la cancha al atacante Cristian Iñigo, el único que supo capturar lo que generaba Barengo.
El chico proveniente de Temperley no dio tiempo para el festejo rival y, anticipándose por el primer palo tras un tiro libre del ex Rivadavia, empató rápidamente.
Tres minutos después, el propio Iñigo estuvo a tiro del segundo, cuando nuevamente recibió de Barengo y sacó un disparo que pasó muy cerca del poste.
Así, a pesar del hombre de menos, la “U” se mostraba con entereza. Sin embargo, el DT visitante también sacó una carta desde el banco que le trajo satisfacciones: Waldemar Carranza, apenas entró, encaró por la izquierda y marcó un golazo. Desde casi 36 metros, envió un zurdazo de emboquillada que no alcanzó a desviar el “Colorado” Mancilla y derivó en el 2 a 1.
El final del partido fue infartante. Los autores de los goles (primero Carranza y luego Rodrigo Fassi) no pudieron aumentar en jugadas propicias y Barengo, tras toque del ingresado Olmedo, sacó un remate desviado que pudo haber sido el empate.
La situación reflejó una dura realidad: a la “U”, parece, le cuesta encontrar la eficacia de un goleador y terminó extrañando más a Rodrigo Liendo que Ticino a Páez.
Lo concreto que Atlético se quedó con tres puntos fundamentales y, de paso, le dijo al “mundo” de la Zona B que habrá que seguir luchando hasta la última fecha.
La figura
Gonzalo Bertola fue el volante con mejor conexión en ataque de Atlético Ticino y siempre aportó un juego inteligente. También se destacó Rodrigo Fassi, quien por momentos se tornó imparable para la defensa rival. En el local, Lucas Barengo jugó muy bien y gestó situaciones que sus compañeros no pudieron definir.
El árbitro
El cordobés Hugo Banegas no tuvo una buena colaboración de sus asistentes. Quizás por ello, al quedar lejos de la jugada, no cobró el penal de Lionel Fassi sobre Favalli, en el primer tiempo. Otro error del juez: amonestó a Ostiatti por molestar en un tiro libre y no hizo lo mismo con dos jugadores de Ticino en el segundo tiempo.