De principio a fin y un vuelco drástico en cuanto a las emociones de uno y otro equipo según lo que aconteció en el arranque y desenlace del partido, fue Yrigoyen el que festejó por partida doble ayer en Las Perdices, ya que obtuvo una agónica victoria por 4-3 que le brindó tres puntos que le permitieron asegurar su lugar en la siguiente instancia.
Hasta los 45’ del segundo tiempo, parecía que San Lorenzo se llevaba una victoria muy vital para sus aspiraciones, pero el “Diablo Rojo” lo dejó sin nada en sólo tres minutos porque su hombre más emblemático, Diego Marín, se vistió el traje de asistidor dentro del área y le permitió a sus compañeros marcar y llevarse un triunfo, tal vez inesperado, pero sin dudas elogiable.
Es que, teniendo en cuenta que a los cuatro minutos ya perdía 2 a 0, siempre debió bregar y buscar en desventaja, encontrando el empate promediando el segundo tiempo, que le duro un suspiro porque el local volvió a colocarse arriba en el marcador. No obstante, en un desenlace “diabólico”, lo dio vuelta, ganó, clasificó y lo dejó muy preocupado al local, que sufre por las lesiones de jugadores importantes y por la derrota de ayer, aunque igualmente se sostiene en Zona de Clasificación.
En un arranque goleador, San Lorenzo pasó a ganar desde los vestuarios y por 2-0. Es que la dupla Lucas Tóffolo y Marcos Acevedo funcionó en plenitud en esos minutos para sorprender a un “dormido” Yrigoyen.
A los dos minutos, un notable pase de “Máster” le permitió a Tóffolo vencer a Merani y colocar el 1-0 y, en la siguiente, intercambiaron los roles y, tras asistencia del juvenil delantero, el experimentado volante perdiceño marcó el 2-0. Sorpresivo y letal comienzo del “Santo”.
De a poco, buscando reorganizarse, la visita empezó a entrar en juego y a nivelar el trámite por la siempre sacrificada labor de Leandro Grosso en zona media y, en ofensiva, empezó a encontrar grietas y desatenciones en el fondo del anfitrión, que no mermaba en sus acciones y siguió atacando en su búsqueda de sentenciar rápidamente el partido, avalado por la buena actuación de Nicolás Angaramo.
Entonces, las acciones sobre los arcos aparecieron repetidamente, lo que hizo que el partido se tornara entretenido, aunque fue algo más la visita en el último cuarto y llegó al primer descuento. Sobre los 38’, Leandro Grosso captó un rebote defectuoso del arquero Pereyra y colocó con certero remate el descuento. A su vez, el partido hizo mella en los jugadores que acarrean las lesiones, por lo que en el local Arias fue remplazado por Torres, mientras que en elenco de Tío Pujio se resintió Burello.
Así finalizó un primer tiempo bien jugado y con interesantes argumentos por parte de ambos equipos para hilvanar sus ataques sosteniendo el local la ventaja merecidamente por su contundente arranque.
En el complemento el anfitrión estuvo muy cerca de marcar cuando Diego Ferreyra quedó cara a cara con Merani, quien ganó el duelo.
En la respuesta, Luis Rodríguez tiró apenas desviado en un tiro libre y en la siguiente Federico Novillo contó con su primera ocasión, pero apareció la salvada de Pereyra.
El desarrollo de juego, igualmente, no dio descanso porque ambos siempre buscaron el ansiado gol; en el local, aquel que le brindara tranquilidad y, en la visita, el del empate. Por lo tanto, tanto Merani como Pereyra debieron actuar atentamente en cada avance, aunque también se vieron malas ejecuciones en zona de ataque.
Hasta que apareció la capacidad de Diego Marín para amagar, desacomodar a la defensa y mandó el centro atrás que le permitió a Ignacio Cardozo anotar su primer gol en Primera división y darle el empate a Yrigoyen.
No obstante, poco duro otra vez la igualdad en el marcador ya que, como ocurrió en el principio del partido, volvieron a juntarse Tóffolo y “Máster” Acevedo quien, mano a mano con Merani, definió abajo, al segundo palo, y marcó el 3 a 2 para el elenco “perdiceño”.
En la última parte del partido, San Lorenzo cuidó acertadamente la ventaja en su propio campo y entonces los avances de los “Diablos Rojos” se tornaron intrascendentes al equivocar los caminos.
Pero sobre el final apareció en todo su esplendor Diego Marín, esta vez en su rol de asistidor. Primero, para asistir de cabeza a Matías Novillo, quien anotó el 3 a 3 a los 45 minutos. Y en la siguiente, tras una réplica con un local desordenado atrás, el experimentado goleador desparramó a Pereyra y mandó el pase al medio, donde apareció Leandro Grosso para sentenciar el inesperado 4 a 3 a favor del elenco de Tío Pujio, que aseguró su lugar en cuartos de final, y brindarle un golpe duro al local.
A continuación, ya no hubo tiempo para más y, en un partido con emociones de principio a fin, resultó ganador Yrigoyen para lograr la clasificación, a la vez que San Lorenzo deberá pelearla dos fechas más con Playosa, que le descontó tres puntos.
