Atlético Ticino viene de ser subcampeón del Torneo Clausura y, sin embargo, el domingo estuvo muy cerca de quedarse con las manos vacías.
Jugar contra Universitario, en la “Placita”, sin un jugador clave como Ayrton Páez, dejaba al elenco ticinense con un panorama sombrío, pero el equipo se reacomodó con el correr de los minutos y terminó alcanzando un triunfo formidable, que lo deja bien perfilado para clasificar.
Uno de los pilares de semejante gesta fue Rodrigo Fassi, delantero picante, que sabe cómo filtrarse por la última línea rival, romper defensas con velocidad y no darse por vencido.
Así lo demostró cuando, luego de errar un gol increíble, se reivindicó con la primera conquista de Atlético, la que festejó revoleando la camiseta y con una sonrisa de pibe.
“No se me venía dando muy seguido esto, encima, en la primera que me queda, le pego en el palo, pero traté de no bajar los brazos y sabiendo que lo más lindo del fútbol es que te da revancha. Gracias a Dios se me dio”, destacó el atacante, quien aclaró: “Después tuve otra chance, pero no tenía más piernas frente al arco”.
Fassi se mostró feliz y desahogado por la situación en la que se encontraba el equipo, previo al partido.
“Teníamos que ganar obligadamente, si perdíamos, nos quedaban muy pocas chances”, explicó. Pero recalcó que “el equipo no perdió ninguno de los partidos de la segunda ronda, eso es lo positivo; venimos en crecimiento”.
Consultado sobre la forma en la que se movió por la cancha, siempre llevando peligro, Fassi sostuvo: “Mi juego es tratar de ganarles en velocidad a los defensores, pero no quedaba otra que pelearlas a todas porque ellos tenían defensores muy duros”.
Con 20 años, Fassi compone una generación de Ticino que deja entusiasmo por la calidad del juego, junto al mencionado Páez, Gonzalo Bértola y Elías Acosta.
“Somos todos de la misma categoría; esperemos que sigamos bien y ojalá que le podamos dar muchas más alegrías al club”, se ilusionó el goleador del domingo.