¿Qué significa parto y nacimiento prematuros?
Un parto prematuro ocurre cuando se comienzan a sentir contracciones regulares que hacen que el cuello uterino (el canal que comunica el útero con la vagina) se empieza a abrir o a adelgazar antes de la semana 37ma. de embarazo. Este proceso también se llama dilatación y afinamiento del cuello del útero. Cuando se da a luz antes de la semana 37, también se considera prematuro al bebé.
Tener síntomas de parto prematuro no quiere decir que se dará a luz a un bebé prematuro. Aproximadamente la mitad de las mujeres que experimentan el comienzo de un parto prematuro acaban dando a luz a las 37 semanas o más tarde.
Alrededor de una cuarta parte de todos los nacimientos prematuros son planeados. Por ejemplo, el equipo médico puede decidir inducir el parto o practicar una cesárea antes de la fecha prevista para el parto debido a una complicación médica grave, como una preeclampsia intensa o porque el bebé ha dejado de crecer.
El resto son nacimientos prematuros espontáneos. Un nacimiento prematuro espontáneo ocurre cuando el parto empieza antes de tiempo, cuando se rompe la fuente de agua antes de lo previsto o cuando el cuello uterino se dilata prematuramente sin contracciones, lo que se denomina insuficiencia cervical o cervicouterina.
¿Qué puede pasar si el bebé nace prematuro?
El nacimiento prematuro puede causar serios problemas de salud al bebé, o incluso su muerte, si ocurre muy temprano. Cuanto más maduro es el bebé en el momento del nacimiento, más probabilidades hay de que sobreviva y menos de que tenga problemas de salud.
Algunos bebés prematuros tienen problemas para respirar. El nacimiento prematuro también aumenta el riesgo de que los bebés sufran un derrame cerebral. El sistema nervioso, el tracto intestinal, y otros órganos también pueden resultar afectados. Los bebés prematuros tienen más tendencia a padecer infecciones e ictericia y pueden tener dificultades para alimentarse así como para mantener una temperatura corporal estable.
Los bebés que sobreviven pueden sufrir problemas de salud a largo plazo, incluyendo enfermedades crónicas, problemas de visión y audición, parálisis cerebral y problemas de desarrollo.
La mayoría de los bebés prematuros nacen entre las semanas 34 y 37. Si estos bebés prematuros no presentan otros problemas, gozan de mejor salud que los bebés que nacen más temprano, pero aún así corren más riesgo de tener problemas que los bebés que nacen más tarde.
Si el trabajo de parto se inicia antes de la semana 34 y no hay una razón médica que requiera un alumbramiento inmediato, el médico tratará de retrasar el parto algunos días. Esto le ofrece la oportunidad de suministrar corticoesteroides al bebé, que ayudan a que sus pulmones y otros órganos se desarrollen más rápido, lo que aumenta enormemente sus probabilidades de sobrevivir.
Hoy existen muchos avances tecnológicos para tratar a los bebés prematuros. Para sacar el máximo partido de ellos, los bebés prematuros permanecen, en la sala de cuidado intensivo neonatal hasta que logren el peso y la madurez necesaria.
¿Qué es lo que produce un parto prematuro?
Si bien generalmente se desconoce la causa, hay distintos factores que pueden influir en un parto prematuro:
Infección: algunas infecciones del aparato genital se asocian a un mayor riesgo de parto prematuro. Las sustancias que producen las bacterias pueden debilitar las membranas que rodean al saco amniótico y provocar su ruptura temprana. Incluso si las membranas permanecen intactas, las bacterias pueden causar una infección e inflamación en el útero, lo que podría acabar provocando un parto prematuro.
Algunas infecciones no uterinas, como la infección de riñón, pulmonía y apendicitis, también aumentan el riesgo de parto prematuro.
Placenta previa o desprendimiento prematuro de placenta.
Un útero demasiado grande, lo que ocurre a menudo cuando se trata de un embarazo múltiple o exceso de líquido amniótico.
Insuficiencia cervical: anomalías estructurales del útero o del cuello uterino como, por ejemplo, un cuello uterino de menos de 25 milímetros de largo que se acorta, afina o dilata sin contracciones.
Tener una cirugía abdominal durante el embarazo, por ejemplo, para extirpar el apéndice, la vesícula biliar o un quiste en el ovario.
¿Cuáles son los factores de riesgo de un parto prematuro espontáneo?
Existen algunos factores de riesgo, pero hay que destacar que más de la mitad de los nacimientos prematuros ocurren en embarazos sin ningún factor de riesgo identificable. Si bien es imposible predecir la probabilidad de un parto prematuro, existe un mayor riesgo si:
Hubo un parto prematuro previo.
Embarazo de dos o más bebés
Menor de 17 años o mayor de 35 años
Delgadez extrema antes de quedar embarazada, y cuando durante el embarazo, no se aumenta el peso necesario.
Sangrados vaginales en el primer y segundo trimestre.
Anemia de moderada a severa al comienzo del embarazo
Fumar, o consumir alcohol o drogas durante el embarazo
Haber dado a luz en los últimos 18 meses
También parece haber una relación entre un alto nivel de estrés, especialmente estrés crónico, y el parto prematuro. La teoría es que el estrés intenso puede provocar la liberación de hormonas que desencadenan las contracciones del útero y el parto prematuro.
Los especialistas también han estado estudiando los factores ocupacionales para saber si los trabajos de gran exigencia física o de muchas horas pueden influir.
¿Cuáles son los síntomas de un parto prematuro?
-Un aumento en el flujo vaginal
-Un cambio en el tipo de flujo, es decir, si se torna acuoso, mucoso o sanguinolento (incluso si tiene apenas un color rosado o algunos hilos de sangre)
-Hemorragia vaginal o pérdidas de sangre
-Dolor abdominal, dolores similares a los cólicos menstruales o más de cuatro contracciones en una hora (incluso si no son dolorosas)
-Un aumento de la presión en la zona pélvica (la sensación de que tu bebé está empujando hacia abajo
-Dolor en la parte baja de la espalda, especialmente si es amortiguada o rítmica o si nunca antes habías tenido dolores de espalda
Estos síntomas pueden ser poco claros porque alguno de ellos, como la presión en la pelvis o el dolor en la parte baja de la espalda, también ocurren en los embarazos normales y las contracciones esporádicas tempranas pueden ser simplemente contracciones de Braxton Hicks. Pero siempre es mejor prevenir que lamentar, por lo que se recomienda consultar con el médico obstetra de inmediato como también si se siente algo fuera de lo normal durante el embarazo.
Centro Integral de
Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac
@hotmail.com
Fuente consultada: pag. Web-BabyCenter