Tras el enorme éxito de "Hotel California", los Eagles arremetieron con la obra "The long run", cuyo trabajo les insumió tres años en poder concluirse. Sin embargo, a pesar de haber invertido en este proyecto 36 meses, nada menos, esta nueva placa jamás tuvo la oportunidad de igualar a su ilustre predecesor que se convirtió en un LP al que se lo denominó como el álbum de la megaventa. Aunque el disco (Una larga carrera), vendió millones de copias y consiguió sencillos de alta repercusión como "Heartache tonight" (Noche de angustia), más la canción que da título al long play, la balada de rock suave conocida como "I can´t tell you why" (No puedo decirte por qué), tuvo un áurea mucho menos creativa que "Hotel California" y para muchos fans del grupo, que pudieron percibir lo que ocurría en el seno de la banda, en este último larga duración ya podía percibirse que no todo marchaba en la dirección correcta. Al contrario de lo plasmado en su disco de pasta anterior, el sello artístico de Don Henley, no brilló demasiado, con excepción hecha de la canción homónima al título del LP y del surco que sirve de epílogo para el citado producto musical titulado "The sad café" (Un triste café). Parte de la crítica especializada en cuestiones musicales señala que la creación de Joe Walsh "In the city" (En la ciudad), no fue escrita ni apropiada para un vinilo de los Eagles, porque señalaron que esta creación había sido incluida en la banda sonora del filme "The warriors" (Los guerreros) y que en esa oportunidad su autor (Walsh), lo hizo en calidad de solista. Con todo, nada impidió que el disco alcanzara el Nº 1 de las listas de los EE.UU., paseándose durante 57 semanas por los primeros puestos de las más prestigiosas publicaciones, como Billboard, el magazine más relevante en cuestiones de compositores, intérpretes y sonidos del pop-rock. En el Reino Unido alcanzó el puesto Nº 4 consiguiendo el "disco de platino" en enero de 1980.
Groupies famosas
En realidad, el escenario mediático del pop-rock no hubiese brillado del mismo modo sin su participación. Las "groupies" eran aquellas adolescentes capaces de pasar horas y horas, días y días a la espera de la aparición de sus estrellas favoritas, acosándolos, y una vez logrado el objetivo intentado abrazarlos, besarlos y conseguir un autógrafo que les quemara el corazón y, en el mejor de los casos, conseguir un par de horas en su misma cama. Las "groupies" eran fanáticas exacerbadas que hubieran dado todo por sus ídolos y que se hicieron famosas a finales de la década del 60. Por citar algunas de las que más fama capitalizaron (y este mote tenía que ver con el nivel de popularidad de "la presa conseguida"), son dignas de mencionar por su tesón y constancia, Cynthia Powell (posteriormente, la primera esposa de Lennon), Jane Asher y Linda Eastman (esta última cónyuge al final de McCartney), Marianne Faithfull (pareja de Jagger, entre otros), Anita Pallenberg (vinculada a Brian Jones y posteriormente a Keith Richards). La lista se tornaría interminable, pero para el final bueno es agregar que con sus gritos y pancartas estaban siempre presentes para alentar a sus adorados músicos; y un dato no menor fueron musas inspiradoras de varios compositores que imaginaron grandes éxitos musicales con sólo pensar en ellas. Atilio Ghezzi