En medio de la incertidumbre, después del descenso del plantel superior y ante una supuesta división dirigencial que se provoca por el momento tan particular que atraviesa Alumni, el campo parece minado como para trabajar con un proyecto a largo plazo.

El viento de cola toca también al entrenador José Antonio Suárez, quien continúa trabajando con el plantel de la Liga Villamariense, buscando algo que rescatar de la crisis deportiva, que lo tiene al equipo en el último lugar de la tabla de posiciones, sin grandes figuras ni promesas deslumbrantes.

A cuatro meses de su llegada, “Pepe” sabe que debe campear con todo el temporal. Y ayer, en diálogo con EL DIARIO, reconoció que el panorama para desarrollar lo suyo tiene muchas limitaciones, aún cuando sostiene que hay que seguir laburando.

-¿Es lógico lo que sucede con el equipo de la Liga Villamariense?

-“Es lógico desde la situación en la que se encuentra el club, porque jugamos con chicos que son proyectos para un futuro, no son una realidad. Yo tengo que conseguir que esos chicos lleguen mañana a ser verdaderos jugadores de fútbol, dentro de las carencias que hoy tiene el club en muchos aspectos, pero la situación es lógica porque la mayoría de estos chicos recién está haciendo sus primeras armas en la liga, con un promedio de 17 años, dentro de una zona muy dura”.

-¿Usted había pedido cuatro refuerzos previo al torneo porque se vio venir este panorama?

-“Evidentemente. Hace rato que Alumni no está en un sitial importante de la liga, pero el punto pasa por otro lado. El club debe captar a los mejores jugadores de otros equipos de la ciudad y la región, armar un selectivo para que esos jugadores puedan formarse como profesionales y, de ahí en adelante, nutrir al plantel superior de futbolistas hechos, en condiciones reales de jugar en una instancia superior”.

“Los dirigentes saben que esto debe ser así, lo que sucede es que no están dadas las condiciones todavía; veo al señor (Héctor) Maccarini preocupado porque sabe que a veces no alcanza con el esfuerzo propio y que aún falta llegar a un acuerdo para que los otros clubes vean en Alumni el lugar para explotar a un jugador”.

“Para mejorar en la formación de jugadores, hay que tener nutricionista, un dietista, trabajar en un gimnasio y hasta le diría que hace falta un asistente social que me permita conocer cómo vive el chico, ya que detrás del jugador hay una persona. Hay chicos que no estudian y eso es gravísimo. El presidente (Sergio Hidalgo) y Maccarini me demuestran que están en la búsqueda de la solución, aunque saben que, en tanto y en cuanto en Alumni no se tengan esos medios, no se puede esperar milagros”.

-Lo que quedó del Argentino A es un grupo de jugadores que no pudo hacerse notar ante Alem y, al mismo tiempo, usted cuenta con jóvenes que demandan tiempo. ¿Es también una cuestión de material humano?

-“Yo estoy conforme con el rendimiento de los chicos que vienen jugando, no con los resultados, obviamente. Hemos enfrentado a los mejores equipos de la liga y nos han ganado con bastante justeza. Nadie nos aplastó, salvo el caso de Alem. Pero si usted se fija, en ese partido jugamos con mayoría de jugadores que estaban en el plantel del Argentino A y llegaban con la mínima motivación por lo que había sucedido. Pero hay que hacer una diferenciación; no jugaron Gelatini, Herrera, Rena... Jugaron los que, psicológicamente, están lejos de su mejor nivel, y físicamente no estaban a lo mejor con el ritmo de competencia, porque no han tenido tanta participación en el Argentino A”. 

“Yo siempre les pregunto a Martín Artico, a Salort, a Gayoso, a Bonaveri... ¿Cuántos minutos de fútbol pierden los que no tienen una participación directa en el equipo superior? Ellos están atentando contra las posibilidades futuras y a veces bajan a la liga disconformes, con la mínima motivación, sin darse cuenta de que el único sitio para mostrar sus posibilidades es la cancha. Entonces, les conviene estar en la liga para mostrarse y adquirir ritmo, eso servirá para ellos y estarán en mejores condiciones para cuando lo requiera el técnico del plantel mayor. Sentado al costado de la cancha es difícil adquirir madurez y competencia”.

-¿Lo tratan de defensivo porque quieren más delanteros?

-“Mire, los mejores equipos del mundo juegan con un solo delantero. Yo respeto las opiniones de todos, pero primero hay que conocer qué se tiene, para después analizar. Yo tengo muchos delanteros lesionados y primero buscamos conseguir una base defensiva que nos permita tomar confianza”. 

-Encima sacó un delantero del arco...

-“Sí. Yo siempre hago jugar a los arqueros durante las prácticas y a este chico, Lucas Simón, le vi condiciones por atrevido y porque le pega bien a la pelota. Le dije: ‘Andá pensando en dejar los guantes’. El chico se sorprendió, pero el domingo metió los dos goles. Tan equivocado no estaba”.

-¿Qué diferencia encuentra entre la competencia de ahora y la que tenía antes el club?  

-“Alumni debe buscar la manera de elevar el nivel de competencia de sus categorías. Yo recuerdo que la otra vez que estuve en el club, nuestras divisiones inferiores competían en Córdoba. Eso elevaba el nivel de competencia, con el respeto que se merece la liga local. Pero además de todo, la mentalidad profesional se la tenés que crear, incluso desde la indumentaria, generando las condiciones para obtener del chico la mejor respuesta. Lo he vivido en Córdoba y en Buenos Aires”. 

-¿No le parece que hubo poco diálogo con Arzubialde?

-“Yo tuve la posibilidad de hablar con él, dentro de una situación en la que las prioridades eran otras, más importantes. El me preguntó qué había y yo no le mentí: le dije que por ahora no hay nada, que todo es un proyecto a futuro. Y no me equivoqué”. 

“Demasiado conforme y agradecido estoy del esfuerzo de los chicos, pero están en un proceso de maduración como jugadores y como personas. Sólo los grandes jugadores adquieren, a los 17 años, el nivel exigible para jugar en el plano profesional. Después, hay que hacer un acercamiento de jugadores que muestren algo importante en la liga. Por ejemplo, me parece que (Ayrton) Páez es el proyecto más importante que tiene la liga en esa posición; si viene, se puede trabajar con él para el futuro”.

“En su momento, adelanté que Juan Aimar (hoy en Colombia) podía jugar en Alumni y me costó convencer de que era así, porque lo primero que me dijeron era que venía de la B con Playosa. Pero si tiene condiciones, lo demás pasa por la mentalidad del jugador. Hay que convencerse de que competir para ganar implica un esfuerzo superior”.

-¿Es difícil tener gente que trabaje únicamente para Alumni en la liga?

-“Es difícil porque ahí no hay protagonismo, no hay luces, hay anonimato. Es trabajar, trabajar y trabajar. Hay poca gente que tiene los zapatos con tierra, como digo yo. Recuerdo que Raúl Agüero se daba una vuelta diariamente por las prácticas y eso ayudaba mucho. Ahora demasiado hace Maccarini, le haría falta gente que lo acompañe. Es la tarea más importante que puede tener el club, porque ningún equipo será importante en tanto y en cuanto no tenga una sólida base en el fútbol amateur”.

“Después, jugar como el Barcelona, a todos nos gusta, pero no nos olvidemos de que ese club tiene los mejores mediocampistas del mundo, que poseen el 80% en precisión de pase. Y para llegar a eso, costó más que tiempo y dinero”.

-Además debe tener un campo de juego en condiciones...

-“Evidentemente. Pisos buenos que te permitan tener la exigencia de un fútbol más pulcro, más atildado. Por eso digo que todavía luchamos con un sinnúmero de condicionantes que limitan”. 

“La técnica es determinante, hay que depurarla, salir de la carencia en cuanto a un conocimiento que los chicos no tienen. Además, hay que tener un conocimiento táctico del juego, algo que diferencia a un jugador de Buenos Aires y Rosario con respecto a nosotros”.

“Si apunta a lograr un buen delantero, se debe tener en cuenta la capacidad de desmarque, sin salirse del ángulo de la jugada. Por ejemplo, Gayoso es un potencial atacante, pero tiene que saber que debe ir al área con más firmeza, agredir la zona, mejorar su juego aéreo... Porque los delanteros que andan como rengo en tiroteo no van”. 

“Si se logra carácter, técnica, ritmo y agresividad, hay un jugador potable. Cuando aunás esos cuatro ítems, se puede promover un futbolista hecho. Yo quiero ser realista, hablar con la verdad. Y la verdad es que todavía se necesita tiempo”.