“Una nueva destrucción de árboles se está perpetrando en nuestra ciudad, actualmente en calle Mariano Moreno al 200, donde asistimos impotentes a esta atroz intervención de la cuadrilla municipal”, manifestó la arquitecta Ana Casasnovas en una misiva que compartió con EL DIARIO.
“Municipio incoherente que, por una parte exige cazuelas, especies vegetales determinadas según zonas y anchos de veredas (cumpliendo con el cometido que le encomienda la Carta Orgánica y la ordenanza respectiva) y, por la otra, devasta ejemplares añosos que son plantados y cuidados por los vecinos, como es mi caso, que nos brindan generosa sombra, colores soleados en otoño y la desnudez de sus ramas anticipando el siguiente esplendor de la primavera”, sostuvo la profesional.
“La poda correctiva consiste en quitar ramas enfermas, o que obstruyan el paso de vehículos o peatones, o que entrañaren algún peligro a los transeúntes”, explicó Casasnovas antes de aseverar que el podado “de ninguna manera es destruir árboles, aserrando brozas principales que se convierten en prolijos cortes de leña -¡qué curioso!- con destino desconocido”, concluyó.