Hoy, en la ciudad de Córdoba, se desarrollará el “IV Coloquio Binacional Argentino Chileno”, que este año tendrá como temario “la educación en este momento crucial. Siglo XXI”. Uno de los célebres panelistas de ese destacado evento será el italiano Roberto Papini, fundador (en el año 1974) y actual secretario general del Instituto Internacional “Jacques Maritain” (con sede en Roma), quien ayer visitó la ciudad de Villa María y dialogó con la prensa para realizar un análisis global de la actualidad política por la que atraviesa América Latina y el mundo.
-¿Cómo ve la influencia de la Democracia Cristiana en el mundo actual?
-“Lo primero que hay que hacer es distinguir entre el Instituto Jacques Maritain y la Democracia Cristiana, que son dos cosas completamente distintas. En América Latina se hizo esta confusión y la razón es que en este continente los pocos demócratas que había en los años 30, en un mundo muy clerical, encontraron en Maritain una proposición teórica que defendía la democracia”.
-¿Cómo observa los procesos democráticos de América del Sur?
-“El populismo en Argentina es particularmente conocido por la influencia de Perón y Evita. Claramente, en este momento en América Latina hay un regreso del populismo, eso se ve en Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela y otros países. Eso no es una gran maduración democrática para el continente”.
-Después de la crisis en Europa, ¿puede darse el mismo fenómeno?
-“En ciertos países se está observando un regreso del populismo, porque claramente la Unión Europea no resolvió muchos problemas. Sobre todo trató de resolver problemas económicos, pero ahora está metido en una crisis y no se constituyó como una unión política. Los fundadores de la Unión Europea no querían solamente hacer un mercado, sino que querían hacer una unión general, pero esto no se hizo”.
Además, en una conferencia de prensa desarrollada en el Hotel República, junto a él se encontraba su hijo Gabriel, integrante de la Acción Católica Romana y periodista de la Radio del Vaticano, quien tras ser consultado sobre el rol que está jugando el Papa Francisco desde su llegada al papado dijo que “los cambios ya se ven, porque el Papa Francisco nombró una comisión de ocho cardenales. En América Latina designó al exarzobispo de Santiago de Chile, para que cada dos o tres meses haga un resumen sobre la situación de la Iglesia en cada país del continente para luego enviarlo a Roma. Eso me parece que es un primer paso muy importante para una dirección más colegial de la Iglesia. Otra señal importante que dio Francisco es no vivir en el Palacio Apostólico, sino que lo hace en un pequeño hotel llamado Casa de Santa Marta, que está en el Vaticano, y cada día sale de ahí para ir a trabajar al Departamento Pontificio. Eso es una señal para decir que la figura del Papa no es más la del jefe de todo, sino que es el Obispo de Roma”.
“También siento que Francisco es la persona justa para enfrentar la problemática generada por la pérdida de fieles de la Iglesia Católica, que se dirigen hacia otras religiones. Ese es un problema muy frecuente en América, pero que también se está dando mucho en Europa. Mucha gente abandona la Iglesia Católica porque ve una distancia muy grande entre lo que el Catecismo dice en sus principios y lo que es la vida de cada persona”, agregó.