La Cámara del Crimen de Bell Ville le impuso ayer prisión perpetua a Diego Sebastián Vílchez, un joven que hace poco más de un año degolló a su hijo en la localidad de Monte Maíz para vengarse de su expareja.
En fallo unánime de jueces y jurados populares, Vílchez fue declarado autor responsable del delito de “homicidio calificado por el vínculo” que tuvo como víctima al pequeño Santiago, de 2 años y medio, en un estremecedor hecho ocurrido el 5 de mayo de 2012, luego de que su expareja, madre del niño, tomara la decisión de abandonarlo.
Al dictar sentencia, los camaristas Miguel Angel Prino, José María Rocca y Gustavo Sergio Garzón hicieron lugar a la condena solicitada la semana pasada por el fiscal Telmo López Lema, aunque no en todos sus términos, ya que el acusador público había requerido la pena máxima tras considerar que el crimen también fue calificado “con alevosía”, por entender que la víctima no tuvo posibilidades de defenderse por su corta edad.
En cambio, los abogados defensores de Vílchez, Lorenzo Juan Cortese y Gerardo Gastón Menzio, solicitaron la absolución de su cliente, a quien consideraron “incapaz de discernir la gravedad del hecho” que había cometido.
Mala relación
Ya en la primera audiencia de debate se escucharon varios testimonios en los que se hizo hincapié en la mala relación que existía entre Vílchez y su expareja, Mayra Márquez. Asimismo, declaró un tío del imputado al que le habría confesado la autoría del crimen, mientras le gritaba “lo maté, lo maté”.
Durante el transcurso del proceso oral y público, que demandó varias jornadas, quedó en evidencia que el filicida asesinó a su hijo para vengarse de su exmujer, porque ella no quería retomar la relación sentimental.
En tanto, una psiquiatra forense que declaró precisó que Vílchez no presentaba enfermedad psiquiátrica alguna y que era imputable.
La noche del 4 de mayo de 2012, Mayra le permitió al pequeño Santiago ir a dormir a la casa de su padre, ya que ella debía concurrir a trabajar.
En horas de la madrugada del día siguiente, Vílchez dio muerte al niño infligiéndole un profundo corte en el cuello con una cuchilla tipo carnicero, que poco después la Policía encontró en la escena del crimen.
El trágico episodio sacudió a Monte Maíz, cuya comunidad no sólo expresó su profundo dolor por lo acontecido, sino que también formuló reclamos a la Justicia para exigir un duro castigo para el homicida.