La planta de tratamiento y disposición final de los patógenos, ubicada sobre la ruta provincial 2, tiene un proceso de esterilización autorizado por la Secretaría de Ambiente de la Provincia y realiza permanentemente controles y auditorías para garantizar la calidad del proceso.
Rubén Saldívar, gerente técnico de Esterilizadora Norte SA (ex-EMRE), junto a la licenciada Andrea Aguiar, responsable de Higiene y Seguridad y también de Ambiente de la planta, encabezaron una visita guiada para los ingenieros que están haciendo una Maestría en Ambiente en la Regional Villa María de la Universidad Tecnológica Nacional, a los efectos de dar a conocer los procedimientos utilizados en el lugar. EL DIARIO estuvo en el recorrido.
En primer lugar, cabe señalar que la planta colinda con el basural donde la Municipalidad entierra los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), pero no tiene nada que ver un espacio con otro.
En segundo lugar, precisaron que el autoclave en el que se esterilizan los patógenos tiene una capacidad para procesar 220 kilos cada 40 minutos, que es el tiempo que se exponen los residuos al vapor.
“Las normas exigen que la temperatura del autoclave sea de 120 grados y que los patógenos estén expuestos 20 minutos. Nosotros lo tenemos a una temperatura de 180 grados a 160 grados y por el lapso de 40 minutos”, indicaron, al expresar que no sólo cumplen con el piso exigido, sino que extreman las medidas para garantizar óptimos resultados.
“Además, cada 15 días aproximadamente, hacemos un examen para determinar si todo está en orden. Los análisis los hacen en un laboratorio de esta ciudad y no tenemos ningún problema”, indicaron.
Cabe señalar que días atrás nuestro medio publicó una información en la que se indicó que se procesaban más patógenos que los que la capacidad de la planta permitía.
“Como puede ver, eso es imposible. El autoclave tiene una capacidad en la que ingresa el contenido de dos carros cada vez y se cierra herméticamente. No hay ninguna posibilidad de recargar la máquina”, dijo, señalando el cilindro cerrado.
Mostramos en esa oportunidad una foto en la que se muestra un contenedor rebasado de las bolsas en las que se guardan los patógenos. “Puede estar rebasado, pero es porque se procesa en el día. Si excepcionalmente ingresan más residuos de los que podemos tratar en el mismo día, tenemos una cámara de frío donde se pueden almacenar por 48 horas”, indicaron.
Según la demanda, organizan los turnos de trabajo. Si hay mucha cantidad, el autoclave puede operar las 24 horas sin inconvenientes.
Ingreso
Al ingreso de la planta, las combis con los patógenos pasan por la balanza y depositan los residuos.
Tienen un certificado que registra por cuatriplicado la operación. Dos van para la Secretaría de Ambiente, uno queda en la planta y el otro para el trasportista. “Hay controles cruzados que permiten detectar que la cantidad de basura generada sea igual a la cantidad de basura tratada. Caso contrario, clausurarían la planta o nos quitarían la habilitación. Eso no ocurre porque venimos haciendo bien el trabajo”, explicaron.
Disposición final
Delante de los ingenieros y de EL DIARIO, los trabajadores del lugar realizaron la carga y mostraron cómo cargan las bolsas en el carro para ingresarlas al autoclave y cómo salen los residuos al final del proceso.
“Esto (los residuos que pasaron por el proceso) ya está esterilizado y ahora lo compactamos para hacer la disposición final de los patógenos”, indicaron.
Precisamente, sobre ese punto confirmaron que la única planta que tiene la certificación en la provincia para la disposición final es la de Villa María. “Una vez que sale del autoclave y lo compactamos, lo ponemos en una cápsula y lo depositamos en la cava autorizada para eso”, remarcó Saldívar.
Las otras plantas de tratamiento de patógenos de la provincia tienen que contratar espacios a terceros para hacer la disposición final.
Las cápsulas son semejantes a silos bolsa, pero de un plástico más resistente de color amarillo. Una grúa los va colocando en el lugar dispuesto para ello. “Todo depende de la producción, pero a este ritmo tenemos espacio para unos 10 a 11 años más de almacenamiento”, confirmó Saldívar.