En la edición de EL DIARIO del centro del país, Roberto Papini (actual secretario general del Instituto Internacional “Jacques Maristain”) expresa con "preocupación" la llegada del "populismo" a América Latina.
Este señor que vive en Roma, lejos de los "populismos" latinoamericanos, en un paraíso en decadencia, en una Europa devastada por el desempleo y víctima del capitalismo feroz.
Como respuesta, reeditamos esta nota, que explica el error de apreciación de tan notable visitante, que para suerte de todos y todas, ya siguió su camino.
El ocaso del capitalismo, una obscena concentración de la riqueza (autora Adriana Arcas)
El capitalismo es el régimen económico que rige en la mayoría de los países de este planeta, se sitúa su origen en el Siglo XVI, y su fundador intelectual a Adam Smith.
Creo, que por estos tiempos estamos asistiendo al ocaso del mismo, situación que perdurará más o menos según los países, denominados emergentes sigan con sus políticas integracionistas, y sobre todo con un componente político económico determinante, que a mi juicio es la intervención fundamental del Estado, no sólo como regulador, sino también en la toma de decisiones.
El capitalismo ha originado y lo sigue haciendo, una obscena concentración de la riqueza, y es sabido, que a lo largo de la historia de la Humanidad, cuando un sistema oprime a las mayorías, en algún momento eclosiona, lo ocurrido en esta década en los países llamados desarrollados es el comienzo de esta eclosión.
Por otro lado en América Latina se han producido dos fenómenos, el primero, que varios países han elegido gobiernos con proyectos económicos que difieren con el capitalismo salvaje, con una clara intervención del Estado, y el otro fenómeno es que se han integrado, casi en su totalidad, no sólo para fomentar el comercio, sino que, lo más importante, acentuar y consolidar un modelo político con el objetivo de defender la soberanía política y económica, si mal no recuerdo, el sueño de un líder argentino llamado Juan Domingo Perón.
Es en el contexto mundial actual que tenemos la obligación de sostener gobiernos de estas características, porque mientras los países capitalistas ortodoxos se van desgranando de a poco, es el momento más propicio para continuar aplicando este modelo, que con diferentes matices, Argentina, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, Brasil están llevando a cabo, y si observamos los números de la macroeconomía, tan mal no nos va, volver a sistemas económicos o políticos como los que nos antecedieron sería retroceder décadas, por todo esto, y quién considere que mi humilde visión se acerca a la realidad, los insto a militar desde cualquier lugar, en el trabajo, en las reuniones de amigos, en el café, hablo de la militancia de transmitir estas ideas, creo que difundirla, repetirla, debatirla, en cualquier lugar, es el modo de crear conciencias, para las actuales generaciones y las que vengan.
Artículo publicado en
PJ Digital