Con la llegada del invierno comienza a circular el virus de la gripe, una enfermedad que se suele confundir con un simple resfrío, pero que puede requerir hospitalización e incluso comprometer la vida, principalmente si afecta a niños pequeños, ancianos o a personas con enfermedades crónicas.
Por eso, y ante la aparición de los primeros casos de esta enfermedad en la provincia, el área de Epidemiología del Ministerio de Salud de Córdoba recordó a la población las principales medidas para evitar el contagio de esta enfermedad:
- Recibir la vacuna anual, si se encuentra en alguno de los grupos de riesgo (trabajadores de la salud, embarazadas en cualquier semana de la gestación, mujeres que tienen bebés menores de 6 meses, niños/as de 6 meses a 24 meses, niños/as y adultos con enfermedades crónicas -respiratorias, cardíacas, renales, diabetes, obesidad mórbida, con receta médica- y mayores de 65 años).
- Todos los bebés y niños/as de 6 meses a 24 meses deben recibir dos dosis de esta vacuna con un intervalo mínimo de cuatro semanas entre las mismas. Asimismo, los niños de 2 años a 8 años inclusive, que se vacunan por primera vez contra la gripe, deben recibir dos dosis, respetando también un intervalo de cuatro semanas.
Además, es importante adoptar las siguientes medidas higiénicas:
• Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón.
• Al toser o estornudar, cubrirse la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
• Tirar a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
• Ventilar los ambientes y permitir la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
• Mantener limpios picaportes y objetos de uso común.
• No compartir cubiertos ni vasos.
• Enseñar a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y en el hogar.
La gripe es una enfermedad viral respiratoria que se presenta por lo general en los meses más fríos del año. Al igual que otras infecciones respiratorias, se transmite por contacto con secreciones de personas infectadas, por medio de las gotitas que se diseminan al toser o estornudar, y de superficies u objetos contaminados con estas secreciones.
Los síntomas: fiebre mayor a 38ºC, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular, y malestar generalizado. En los niños, pueden presentarse también problemas para respirar, vómitos o diarrea e irritabilidad o somnolencia. Ante estos síntomas, es necesario consultar al centro de salud para recibir atención médica.