Mañana se presentará la última producción del compositor y armoniquista villamariense Fabricio Rodríguez en Buenos Aires.
Con su banda, conformada por Ariel “Chino” Funes -su aliado por más de 15 años-, el baterista Javier Allende, Alito Spina, Richard Arce, Diego Passarini y Sergio Graziolli, el artista recorrerá un material amplio y ecléctico.
En diálogo con EL DIARIO, se refirió al álbum y a su destacado presente musical.
-¿"Etapas" intenta simbolizar los pasos anteriores o es un antes y un después en tu carrera?
-Creo que es un poco de ambas cosas, ya que hay nuevas versiones de temas que grabamos anteriormente como “Si lo tuviera todo”, “Fama, fortuna y poder” o “Solo”. Pero también representa un nuevo momento profesional, con un acercamiento hacia nuestra música folclórica, que si bien estuvo siempre presente, quizás no lo plasmaba tanto en un escenario o en mis discos. Mi historia musical es tan amplia que crecí escuchando artistas muy diferentes en cuanto a estilos y géneros. En este disco se manifiesta toda esa música que tanto me inspiró.
-¿Cómo has estructurado el repertorio de cada faceta?
-“Etapas” es el disco principal, con una producción más dedicada en cuanto a los arreglos y elección del repertorio. Tiene una formación de banda eléctrica y de algún modo representa la manera en que nosotros interpretamos el folclore hoy. Tiene canciones nuevas como “Etapas”, “Mientras yo” y versiones de temas de “Mira hacia tu alrededor”, de Lerner; “Príncipe azul”, de Eduardo Mateo, o “9 de Julio”, de José Luis Padula, entre otros. Y “Armoniquero” es el disco 2, que es un material de yapa, un regalo que queríamos hacerle a la gente, donde incluimos un repertorio más tradicional con temas como “Zamba para olvidar”, “Taquito militar” y muchos más. Estos temas pertenecen a artistas con los cuales crecí y siempre admiré y representa el folclore en su formato más puro, tan sólo un bombo legüero, un piano, guitarra, violín y armónica. Gran parte de este disco se grabó en corte directo en Latitud Sur de Córdoba y el resto en Digital Southamerica de Buenos Aires. Tiene la simpleza y transparencia de sonar como un disco grabado de entre casa. Como por ejemplo, la selección de chamamés, que salió en el momento en que finalizamos una larga sesión de acordeones en el estudio y nos pusimos a tocar a modo de improvisación tres temas tan conocidos (“Kilómetro 11”, “Puerto Tirol” y “El Toro”). O con Zurdo Castagno, con quien grabé “Chacarera del rancho”; nos miramos y nos dijimos “qué podemos tocar” y salió una versión muy natural. El álbum no cuenta al final con la versión del tema de La Mona “Quién se ha tomado todo el vino”, aunque no descarto grabarla para subirla en la web.
“Inmensa satisfacción”
-¿La producción, en suma, es una exaltación de los mejores tributos de tus discos con Mr. Mojo y de solista?
-Creo que es una escritura musical distinta, es una etapa distinta y con una intención musical distinta. Si bien hay canciones que ya habían sido grabadas, la gente se va a encontrar con algo totalmente diferente a lo que hacíamos anteriormente. Siento que de este modo la gente va descubriendo otra parte mía como artista que estaba escondida. Me permití hacer lo que musicalmente creía correcto y sin limitaciones. Con “Chino” compusimos la chacarera “La aniquilada”. También grabé una versión de “Song for Jessica”, canción que le pertenece a un amigo que ya no está, Norton Buffalo, y es mi manera de recordarlo. Cada vez que se entra a un estudio uno tiene la intención de superar el disco anterior y creo que hicimos un disco que al escucharlo nos miramos con el resto de los músicos y tan sólo con la mirada mostramos la inmensa satisfacción de haber hecho un disco que nos representa.
-¿Qué aporte puntual hace al disco el legendario disc-jockey Alejandro Pont Lezica?
-Alejandro es un gran referente de nuestra música. Conoce muchísimo y de nada sirve hablar de su historia porque habla por sí sola. Popy Manzanedo (responsable del estudio de grabación junto a Nicolás Guerrieri) es otro referente de nuestra música, también disc-jockey, y él fue quien de algún modo acercó a Pont Lezica al proyecto. Fueron productores generales de este trabajo (se incluye a Marcelo Predacino, músico y productor de Abel Pintos), cuidando la estética del arte del disco y ayudando también al acercamiento de este material a medios, como por ejemplo, Radio 10, donde González Oro presentó “Por qué te vas” (cover de Perales), como el corte nuevo.
Invitados especiales
-¿Quiénes serán los invitados especiales al show?
-Confirmó Leon Gieco, lo cual es un gran honor, ya que será la primera vez que asistirá a un show mío. Lerner, por compromisos, no podrá estar, pero su inmensa grandeza como persona no tiene límites. De algún modo quería estar presente y se ofreció a grabar un saludo, ese pequeño gesto hace que me doble de rodillas ante su generosidad y cariño. Los otros invitados son David Bolzoni, Guadalupe Farías Gómez, Zurdo Castagno, Franco Ramírez y Silvina Moreno. El Chango Spasiuk y Abel Pintos también estaban invitados, pero sus agendas estaban muy complicadas.
“Mi cabeza nunca para”
-¿De qué manera mantenés energías para esta “maratón” de actuaciones?
-Esto es por lo que siempre trabajé, es lo que siempre quise ser y apunté mi mirada en un solo objetivo en la vida. Hoy, las energías por momentos me juegan una mala pasada y por momentos estoy desbordado de felicidad y excitación por todo lo que pasa y lo que hay por vivir. Mis compañeros y familia me contienen todo el tiempo y me ayudan a bajar un poco, pero siempre fui así. Mi cabeza nunca para, siempre está gestando ideas o maquinando qué hacer mañana. Supongo que el amor por lo que hago es suficiente como para vivir intensamente cada momento.
-¿Para más adelante se esperan visitas a plazas o festivales internacionales?
-Me gustaría viajar, pero por el momento estamos con muchas ganas puestas acá, se vienen muchos shows, festivales por el interior y vamos a buscar el hueco para poder salir al exterior a mostrar esta propuesta, porque hoy más que nunca creo que es la oportunidad, con este disco de poder mostrar nuestra música en otros países.
-¿Creés que luego de haber sido Consagración en Jesús María el público masivo empezó a tenerte en cuenta como un artista integral?
-Sí. Hubo un antes y un después en mi carrera por Jesús María, le debo mucho y fue una oportunidad impagable que me dieron por dos años consecutivos con un muy buen recibimiento del público, ¡ése fue el gran premio! Si bien a mí se me conoce por la armónica, cuando la gente nos ve en vivo descubre que hay una propuesta que va más allá del instrumento en sí.
-¿Cuál es tu mayor anhelo a alcanzar en los próximos cinco años?
-Continuar escalando con la música como bandera, seguir soñando. Un día soñé que me subía al micro de gira de León, y de repente me encontré viajando en ese micro hacia Entre Ríos junto a León y su banda. Mi mayor deseo es poder tener trabajo como músico y manifestarme como tal.
Juan Ramón Seia