Poner grandes espejos en las habitaciones, especialmente en aquellas que tienen un espacio limitado, puede darle una sensación brillante y espaciosa.
Los espejos también pueden darle personalidad a cada lugar, por ejemplo, en la habitación principal suelen ser más formales, mientras que en las habitaciones de los niños hay posibilidades de que sean más decorativos y divertidos.
La forma más tradicional es colgarlos de una pared o colocarlos con marcos sobre un estante, pero también pueden considerarse otras maneras, como poner espejos de gran escala en el piso, apoyados sobre la pared.
Ahora los espejos pueden ser utilizados de muchas maneras diferentes, como material de acabado en las paredes, como revestimiento de muebles, sobre chimeneas, como cabecera en el dormitorio, etcétera.
Como obras de arte
Los espejos no sólo dan la ilusión de amplitud, de ancho, largo y alto, sino que también sirven para decorar.
Con marcos originales, son funcionales y decorativos adentro de la casa y, aunque la sola presencia de los espejos pueda servir para la ornamentación interior, si además el espejo se muestra como un objeto muy elaborado de decoración, el efecto resulta fascinante.
En las fotos 1, 2 y 3 estos espejos para interiores son objetos originales y refinados que forman parte de una colección en Juliettes interiors del Reino Unido.
Cada uno de estos espejos es de diseño singular, son productos de alta calidad, finamente terminados en plateado y dorado.
Algunos espejos de interiores son tan originales y fascinantes que producen el atractivo propio de las piezas de arte, como por ejemplo el espejo construido con partes en ángulos como escultura. Los reflejos de luz natural sobre sus facetas brillantes lo convierten en un objeto único.
Fue creado por Mathias Kiss, un húngaro diseñador de interiores residente en Francia, lleva por nombre Froissé mirror y se encuentra en exhibición en la Galerie Armel Soyer de París.
Más luz
Desde los tamaños pequeños hasta los más grandes, los espejos nunca pasarán de moda, y son un medio que le dará vida y color a los espacios.
Pueden ser una herramienta de apoyo a la iluminación, ya que son reflejantes, por lo que ubicándolos frente a los candelabros o lámparas colgantes potenciará la luz dándole más claridad a la estancia. También permitirán iluminar un ambiente oscuro si se coloca frente al reflejo de las entradas de luz (ventanas, puertas).
Además, es importante tener en cuenta lo que va a reflejar, si se coloca frente a una ventana permitirá que el exterior entre a la habitación.
Versátiles
En definitiva, los espejos son un aliado más a la hora de resolver el diseño y elegir elementos para decorar. Son muy versátiles porque tienen cabida con cualquier estilo de decoración, entonces a la hora de decorar con espejos, las posibilidades son infinitas.
Los espejos grandes son adecuados para las estancias principales de la vivienda, especialmente el salón. Quedan perfectos sobre un aparador que refleje una zona cuidada. También se pueden crear composiciones formadas por varios espejos de distintos tamaños colocados muy cerca los unos de los otros.
Los espejos de pie son muy elegantes, a la vez que útiles, y son perfectos para el recibidor o el dormitorio. Si en el dormitorio hay poco espacio se puede colocar un espejo en la puerta del armario y si se dispone suficiente espacio se puede poner un espejo de pie en una esquina.
Si hay una chimenea en el salón se puede colocar uno sobre ella. Normalmente una chimenea ya es el punto focal de la sala, pero al utilizar espejos sobre ella se le dará más protagonismo.
Los hay de diferentes formas, tamaños y estilos, los hay con marco, sin marco, envejecidos, espejos de pie, para colgar en la pared... por lo que es fácil encontrar el espejo perfecto para cada espacio.
Los espejos decorativos pueden ser básicos, sin marcos o con los marcos más variados, de madera de distintas tonalidades, de metal, con enmarcados hechos de mimbre y caña o bien con piedras, como el realizado por la artesana villamariense Fátima Ciurluini.
Docente de la Escuela José Bianco, se dedicó a aprender diferentes técnicas para hacer artesanías, entre ellas, vitraux y mosaiquismo.
Ciurluini explicó que la técnica del mosaiquismo le gusta porque “es una pariente cercana del vitraux”.
“Tras investigar esa técnica, comencé por un espejo porque tenía un lugar en una pared que quería llenar”, afirmó la artesana.
“Está hecho con piedras y venecitas de vidrio porque me pareció que tanto brillo le iba a dar un toque de distinción al lugar”, agregó.
El espejo tiene un diámetro total de 70 centímetros y un diámetro de espejo de 40 centímetros.
Los materiales que utilizó para confeccionarlo son gemas y venecitas de vidrio, un círculo de MDF de 70 cm de diámetro, un círculo de espejo de 40 cm de diámetro, silicona y pastina.
Tras cortar el círculo de fibrofácil, se le colocaron detrás dos varillas, de manera tal que quedara armada una estructura fuerte, capaz de soportar el peso de las piedras y el vidrio. Las varillas sirvieron luego de base para colocar la cadena que permitió colgar el espejo.
El primer paso fue pegar el espejo sobre el fibrofácil con silicona, para después empezar a componer el diseño elegido, utilizando silicona para fijar las piedras y venecitas.
Una vez seco, con la pastina se rellenaron todas las juntas, que se dejaron fraguar. Luego, con una esponja mojada con agua se alisó toda la superficie trabajada.
Nuevamente seco, se limpió toda la superficie con una esponja de acero para sacar lo más grueso, y luego con un trapo para finalizar.
Fátima Ciurluini
Las Heras 2672
Villa María
Tel. 4532600 - 154222578
Fuente: arquitectura.com.ar
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