Cristian Moschitari fue conducido ayer por la mañana bajo una fuerte custodia al Palacio de Justicia local para ser sometido a una nueva pericia psicológica solicitada por el fiscal de Cámara Francisco Márquez.
Alrededor de las 9 de la mañana, el femicida que ultimó a mazazos a Claudia Rodríguez en la vía pública, fue ingresado en una camioneta del Servicio de Córdoba al interior de los Tribunales por un portón lateral, mientras que frente a la puerta principal del edificio se concentraban familiares de la víctima - su padre Emilio y su hija-, amigos e integrantes de la Agrupación Las Juanas y de Movimiento por la Igualdad.
También acudió a la instancia judicial el querellante particular de la familia Rodríguez, José Luis Bertoldi.
Quienes no se presentaron en el despacho judicial fueron los defensores del imputado, Alberto Eduardo y Augusto Roberto Chiavassa, quienes, sin embargo, luego fueron vistos en un bar ubicado en las inmediaciones, conversando con algunos medios de prensa.
Por qué una nueva pericia
La nueva pericia psicológica que se le realizó al femicida, como se dijo, fue solicitada por el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, quien cuando el caso fue elevado a juicio, había planteado la nulidad del primer estudio psicológico forense que se le había practicado a Moschitari.
En aquella oportunidad, Márquez había sostenido que las conclusiones de tales pruebas carecían de fundamentos.
También Bertoldi, en aquella oportunidad había explicado que “en los fundamentos (de la pericia) se dejaba traslucir que el acusado, cuando convivía con la víctima, habría sido objeto de algún tipo de agravio o injuria por parte de Claudia Rodríguez”, como que no lo quería más o que se quería separar o irse a vivir con otra persona, pero no dicen cómo se llega a esa conclusión. Y lo que el fiscal de Cámara ha estimado es que no pudo haber otra forma que no sea a través de los dichos del propio acusado”, había señalado el letrado que es querellante particular en la causa.
La Justicia hizo lugar a la solicitud de Márquez y por eso ayer Moschitari fue trasladado desde el penal de Bouwer, donde se encuentra alojado a la espera del juicio, para ser sometido al nuevo estudio.
Vale recordar que Moschitari está acusado de “homicidio agravado por alevosía”.
La estrategia de la Defensa
Por su parte, los defensores del femicida aparentemente plantearán ante los jueces y el jurado popular, integrado por seis mujeres y seis hombres, que el femicida actuó bajo un estado de “emoción violenta”, intentando así lograr la menor pena para su defendido.
Al menos así lo deslizó entre cafés uno de los representantes del acusado.
En tanto, de acreditarse fehacientemente que el hombre actuó consciente de sus actos, podría enfrentar la pena de cadena perpetua.
Jurados populares
Cabe recordar que en la antevíspera fueron sorteados los jurados populares para el juicio a Moschitari, proceso que podría tener lugar en agosto próximo, una vez que los Tribunales retornen a la actividad luego de la Feria Judicial de invierno.
Pero antes, la nómina de 24 jurados sorteada el martes deberá depurarse para que sólo 12 de esos nombres sean los que integren la lista definitiva que participará del proceso oral y público que se celebrará en la Cámara del Crimen de esta ciudad.
El femicidio de Claudia Rodríguez no sólo es otro caso de “violencia de género”. Se transformó rápidamente en un caso emblemático en la ciudad, despertando el sostenido repudio de distintas organizaciones sociales que no pierden la oportunidad de demandarle a la Justicia una condena ejemplar.