En los últimos tiempos, los profesores que enseñan inglés en las escuelas públicas acusan recibo de dos problemas que piden una solución urgente. El primero, cómo seguir enseñando una lengua extranjera a grupos numerosos en un tiempo cada vez más acotado. El segundo, cómo hacer que los estudiantes (nativos digitales en su totalidad) se interesen en clases pensadas para libro y pizarrón. Con el objetivo de acercar propuestas a estos “desafíos en la hora de clase”, el profesorado de Lengua Inglesa de la UNVM junto al Instituto de Ciencias Humanas generaron estas Segundas Jornadas ELT de su historia (las primeras habían tenido lugar en 2011). Coordinadas por la licenciada Marisel Somale, el evento tuvo dos días de duración y convocó a estudiantes y docentes de Córdoba, La Pampa, Santa Fe, San Luis y Buenos Aires. Entre los disertantes, además de los investigadores de la UNVM, se contó con la presencia del profesor Charlie López, del Instituto Big Ben (Buenos Aires) y las magísteres María Celina Barbeito y María Inés Valsecchi, docentes de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Y fue la licenciada Barbeito quien comentó el eje de la singular propuesta que ambas presentaron. “Con Valsecchi investigamos estrategias de aprendizaje y trajimos una teoría que data del año 2011. Es de una investigadora norteamericana que trabajó con nosotras, Rebecca Oxford. Y ella propone un nuevo modelo de clase en donde sea el alumno quien regule su propio aprendizaje y se convierta en un ser más autónomo e independiente. La idea es que esta propuesta le saque peso al docente como único generador del aprendizaje en el aula. Esto se logra a través de estrategias puntuales de acercamiento con el alumno, como permitir que entren al aula las tecnologías de punta, como el Facebook”.
Pero no todos los profesores deben estar conformes o preparados para usar las redes sociales
-Es que para muchos profesores, Facebook sigue siendo un tema tabú, pero para otros, en cambio, es una herramienta fabulosa. Este es el caso de la profesora Ana Miotti, de Rosario, que en las jornadas contó su experiencia con esta estrategia y dijo haber establecido con los chicos una relación mucho más humana, de mucha más igualdad y compañerismo.
¿Son los docentes quienes deben adaptarse a los alumnos en vez de que pase a la inversa?
-En algunos aspectos sí, porque si uno no cambia se queda atrás. El docente, como adulto que es, suele tener una resistencia inicial al uso de las tecnologías. Y se entiende. Pero el alumno ya no tiene ganas de trabajar con una fotocopia si puede hacerlo con una netbook. El uso de la tecnología hace que el aprendizaje sea mucho más dinámico y los chicos puedan pegar fotos y vídeos en sus presentaciones. El alumno adolescente vive en un mundo de tecnología, y la idea es que esa tecnología venga al aula también.
¿Estas nuevas teorías se utilizan también para formar profesores?
-Totalmente. La idea es que ellos puedan usar esta metodología y sacarse un peso de encima en las aulas también, que no estén sólo para enseñar contenidos gramaticales sino para intervenir desde otra relación con los alumnos. Nuestra obligación como profesoras de la Licenciatura en Inglés de Río Cuarto, es preparar a los profesores para que salgan a enseñar en este mundo globalizado donde tienen que motivar al alumno. Ellos no tienen el mismo rol que nos enseñaron a nosotros. Ahora hay que estar mucho más cerca de los chicos.
Iván Wielikosielek
-Especial UNVM-