Es ley la fertilización asistida.
La norma beneficiará a unas 600 mil personas. Se calcula que el 20% de las parejas tiene problemas para concebir. Obras sociales y prepagas deberán cubrir los tratamientos. En la actualidad se llevan a cabo 10.000 tratamientos de fertilización asistida en nuestro país y se calcula podrían aumentar al menos a 40.000 por año.
La pasada semana la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Fertilización Asistida luego que el Senado le introdujera una serie de modificaciones y de que el proyecto pasara meses y meses cajoneado en el Congreso.
La iniciativa, que consiguió el respaldo de la mayoría de las bancadas, fue aprobada en general por 204 votos afirmativos y 10 abstenciones.
Diputados nacionales oficialistas y de la oposición votaron a favor del proyecto que incluye en el Plan Médico Obligatorio (PMO) a los tratamientos de fertilización asistida, en una sesión signada por la presencia de militantes de organizaciones civiles defensoras de esa causa (ver foto).
Esta ley permitirá a las parejas que no pueden tener hijos que se sometan a tratamientos de fertilización que deberán cubrir las obras sociales, la medicina prepaga y los hospitales públicos.
El texto establece que quedan comprendidas las técnicas de baja y alta complejidad (como la fertilización in vitro e ICSI), que incluyan o no la donación de gametos y/o embriones. Podrán acceder a ellos todas las personas mayores de edad, tras expresar un consentimiento informado, independientemente de su orientación sexual o de su estado civil y no pone límites de edad, sino que éste deberá ser consensuado por una junta médica especializada.
Tanto los hospitales públicos, como las obras sociales y las entidades de medicina prepaga deberán cubrir los tratamientos, así como el diagnóstico, los medicamentos y las terapias de apoyo. Quedan contemplados todos los procedimientos y técnicas avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que incluyen: la inducción de la ovulación, la estimulación ovárica controlada, el desencadenamiento de la ovulación, las técnicas de reproducción asistida (TRA), la inseminación intrauterina, intracervical o intravaginal, con gametos del cónyuge o de un donante y las técnicas de alta complejidad (fertilización in Vitro e ICSI).
La ley dispone, además, los servicios de guarda de gametos o tejidos reproductivos para todas las personas -incluso menores de 18 años- que por problemas de salud, tratamientos médicos o intervenciones quirúrgicas “puedan ver comprometida su capacidad de procrear en el futuro”.
El Ministerio de Salud de la Nación será la autoridad de aplicación de la norma y deberá crear un registro único que incluirá todos los centros -tanto públicos como privados- habilitados para realizar los procedimientos. Además, tendrá que asignar una partida presupuestaria anual, realizar campañas de información sobre los cuidados de la fertilidad y propiciar la capacitación de recursos humanos especializados.
Como especialista en Medicina Reproductiva, opino que se trata de una ley amplia, universal, porque no es sólo para las parejas infértiles, sino también para las parejas homosexuales y para las mujeres solas.
Además, considero un avance muy positivo la sanción de una ley nacional -una similar rige hace más de dos años en la provincia de Córdoba - y destaco, entre otros puntos, que brindará más seguridad a los pacientes y a los médicos porque regulará a las instituciones que poseen tecnología y recursos para realizar los tratamientos.
En esencia, se ha hecho justicia permitiendo que las personas con problemas reproductivos tengan los mismos derechos y oportunidades que las demás.
Prof. Dr. Natalio M. Kuperman
Especialista en Medicina Reproductiva