La delegación Villa María del Colegio de Psicólogos de la Provincia de Córdoba participó la semana pasada en la Capital Federal del IV Simposio Internacional sobre Patologización de la Infancia, titulado este año “Prácticas Inclusivas y Subjetivantes en Salud y Educación”.
El evento fue convocado por el Forum Infancias y organizado por la Fundación Sociedades Complejas y asistieron más de 1.300 profesionales de la salud y la educación de todo el país y de Latinoamérica.
Los representantes de la delegación local participaron, junto con otros colegios de psicólogos y diferentes organizaciones de profesionales, de la Primera Asamblea de la Red Federal en defensa de los derechos del niño y en la lucha contra la patologización y medicalización de la infancia.
“El objetivo del mismo fue propiciar un debate sobre el etiquetamiento y medicalización de la infancia y la adolescencia, a partir de un cuestionamiento de concepciones simplistas, reduccionistas y organicistas, que implican la estigmatización en edades tempranas de pleno crecimiento y desde las que se prescriben tratamientos con psicofármacos, en desmedro de la complejidad de todo sujeto humano, donde existen factores psicosociales que operan en el sufrimiento psíquico infantil, con las consecuencias que dichas acciones tienen en el futuro del mismo”, explicaron ayer a EL DIARIO.
Advirtieron que esta práctica “se halla impulsada por una lógica de mercado”, ignorando la subjetividad, la época y la complejidad del funcionamiento psíquico en la infancia y adolescencia.
En este orden, el psiquiatra Juan Vasen, miembro del Forum de Infancias, expresó: “Hay otra perspectiva, que tiende a considerar la situación global del niño, su familia y su época. Aquí la manera de pensar es diferente: el problema no está en el cerebro, sino en las infancias actuales”.
“No se trata de desdeñar el compromiso que nuestro cerebro y todo nuestro cuerpo tienen en nuestra vida. Pero esta experiencia vital no se reduce únicamente a la de nuestros órganos. Está conformada también por los vínculos reales con las personas y las instituciones, con la sociedad y la época, así como con nuestro modo de vivenciar e imaginar el mundo. Se hace necesario entonces repensar la niñez y sus problemas para hacer frente a estas clasificaciones empobrecedoras que progresivamente se adueñan del campo del sufrimiento infantil colonizándolo con nuevas ‘palabras maestras’ y nuevas ‘etiquetas’”, declaró el profesional.
Esta tendencia tiene su musa inspiradora en el DSM, el Manual de la Academia de Psiquiatría de los EE.UU. que, en pocos días, dará a conocer al mundo su quinta edición. En él, sus ideas nodales son que las estructuras subyacentes de los síntomas se localizan en el cerebro y las causas de estos síntomas se localizan en los genes.
“Desde esta perspectiva han ido surgiendo y multiplicándose con cada nueva edición del DSM, diferentes clasificaciones encabezadas por el mal llamado ADD o ADHD, por los mal entendidos Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), por los descontextualizados Trastornos Oposicionistas y por ese frágil constructo que es el Trastorno Bipolar Infantil”, describió.
“La técnica es encantadora, casi mágica. Miles de padres, docentes y profesionales creen que están contribuyendo a través de ella y sus fármacos al control sobre fenómenos de nuestra ‘naturaleza’”, advirtió Vasen.
Cabe consignar que la presidenta del Forum de Infancias, Beatriz Janin, disertará sobre “La infancia en perspectiva. Múltiples miradas sobre las nuevas culturas del aprendizaje y el desarrollo en la infancia” en un congreso organizado por la Universidad Nacional de Villa María y auspiciado por el Colegio de Psicólogos de Córdoba y otras organizaciones, en setiembre próximo en esta ciudad.