El paso, hasta ahora, por tres escuelas secundarias públicas de la ciudad detectó numerosos testimonios que refieren maltrato y abuso policial. Lo confirmaron ayer miembros de la Campaña contra la Violencia Institucional al ser entrevistados por EL DIARIO en un local céntrico.
El episodio más brutal fue recogido en el IPEM Rosario Vera Peñaloza, de barrio Las Playas: allí, un chico contó que efectivos lo sentaron en una silla giratoria, pusieron la música de la radio a alto volumen “y se entretuvieron golpeándolo”, en un relato que hace recordar las épocas más nefastas de la República Argentina.
Guadalupe Vázquez, Daniel Massara y Alejandra Navarro, integrantes del Movimiento Evita y de la campaña, contaron que el miércoles estuvieron en el Colegio Nacional ante 90 alumnos y que ya pasaron por el IPEM Ocampo y el Vera, para hablar sobre el Código de Faltas, la diferencia entre falta y delito, los recursos con los que cuenta una persona para evitar abusos y otros aspectos.
“Muchos nos manifestaron situaciones reales que han vivido. Describieron prácticas que se alejan de lo que debería ser. Y que incluso involucran a menores. Relataron situaciones anormales. Hay una contradicción entre los derechos que tienen y lo que les sucede”, develaron los entrevistados.
En estas primeras visitas a instituciones educativas observaron que “hay temor de parte del alumnado, porque han naturalizado la violencia y no pueden creer cuando uno les explica que tienen derechos”.
“Es muy distinto lo que ellos viven de lo que uno les va a contar. Terminan hasta pensando que les vamos a sacar datos”, graficaron con preocupación.
En primera medida, buscan escucharlos y contenerlos. En una segunda etapa, recomendarán un vocabulario para prevenir situaciones de violencia. Habrá representaciones en la que ilustrarán herramientas para adquirir comportamientos actitudinales, con el fin de poder pararse de buena forma ante un accionar policial que puede tornarse violento.
Los integrantes de la campaña advirtieron que, de acuerdo a los relatos que les llegan, siempre aparecen nombrados “dos o tres policías en particular”. Y evaluaron que hay predisposición al diálogo de parte de los jefes Luis Gerbino y Hernán Yúdica.
Las causas de las polémicas suelen ser siempre las mismas: hablaron de portación de rostro y de estigmatización a pibes de barrios particulares.
Navarro, Massara y Vázquez exhortaron al Poder Judicial “a que abra los ojos” ante estos atropellos.
“Falta darles a los chicos la oportunidad. Si en algún momento cometieron un error, hay que brindarles oportunidades, no violentarlos”, enfatizó Vázquez.