Durante esta semana quedó plasmado prácticamente todo lo que los cordobeses encontraremos en el cuarto oscuro el 11 de agosto, cuando concurramos a expresar nuestra voluntad política en el marco de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Quedan por conocer algunos nombres, pero bien puede decirse que las cartas están echadas. Y aunque la fecha legal para el comienzo de la campaña es el 12 de julio, la confección de los frentes electorales y las listas de candidatos, con acuerdos y desacuerdos de por medio, ya desató fuego cruzado. Algunos tiran desde las terrazas y los balcones del poder, mientras que otros ponen rodilla en tierra y apuntan con munición gruesa hacia las alturas (fundamentalmente en el peronismo y el radicalismo), porque consideran que la baraja está marcada.

Pero, vayamos por parte. Las alianzas anotadas en tiempo y forma ante la Justicia Electoral Federal fueron: Unión por Córdoba (UPC), Frente para la Victoria (FPV), Unión PRO, Frente Progresista Cívico y Social y Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT). También marcharán a las urnas, aunque en solitario, la Unión Cívica Radical (UCR); el Frente Fuerza de la Gente (de Olga Riutort), Compromiso Federal (de Adolfo Rodríguez Saá) y Encuentro Córdoba (de Aurelio García Elorrio).

Como lo explicamos la semana pasada, Córdoba renueva solamente nueve de sus dieciocho bancas en la Cámara de Diputados: tres de la UCR, tres del Frente Cívico, dos de UPC y una del FPV. A nuestra provincia no le toca elegir senadores en esta oportunidad (los distritos que deben renovar sus escaños en la Cámara alta este año son Tierra del Fuego, Entre Ríos, Salta, Neuquén, Chaco, Río Negro, Santiago del Estero y la Ciudad de Buenos Aires). O sea que por ahora hay en juego nada más que nueve lugares a dividir entre las nueve fuerzas inscriptas, a la espera de la resolución de la Corte Suprema para saber si podremos elegir o no a los integrantes del Consejo de la Magistratura.

La otra cuestión que se dirimirá en las urnas el mismo día 11 de agosto es la interna de UPC y la UCR, es decir que tanto en el delasotismo como en el radicalismo la elección tendrá mayor sentido de “Primaria”. 

En el oficialismo provincial ya “casi” todo está resuelto. José Manuel de la Sota dio a conocer hasta la nómina de candidatos, en la que alternan dirigentes “de toda la vida” con figuras que acaban de bajar en paracaídas a la arena política: el primer lugar para el exgobernador Juan Schiaretti, el segundo para la exlocutora de Cadena 3 Blanca Rossi, el tercero para el presidente del partido Carlos Caserio y el cuarto para el extenista Agustín Calleri (hay que sumar en Río Cuarto, donde el gobernador perdió la última elección con el intendente radical Juan Jure). Los otros candidatos son más testimoniales, como la intendenta de Colonia Vignaud María Eugenia Brezzo y el integrante de la agrupación juvenil La Militante y funcionario de la Agencia Córdoba Joven Edgar Bruno.

Y aunque la campaña debe comenzar legalmente el 12 de julio, como lo señalamos antes, la presentación de la lista el viernes pasado en el Orfeo fue más bien un acto de lanzamiento, con Chébere, Damián Córdoba y Carlos “la Mona” Jiménez en los intervalos, para que hasta la marcha peronista sonara con música cuartetera y la dirigencia provincial no parara de bailar, acompañada por Francisco De Narváez y Claudia Rucci, entre los pocos aliados nacionales que llegaron para sumarse a la fiesta.

Mucho cuarteto, mucho cordobesismo y mucha crítica al Gobierno nacional. Habló de la Sota en plena ebullición, lo siguió en el uso de la palabra Caserio, luego la vicegobernadora Alicia Pregno, seguidamente Rossi y para cuando llegó el turno de Schiaretti las crónicas reflejaron que “mucha gente ya se había empezado a retirar”.

Igualmente el candidato reivindicó los gobiernos de UPC y dijo que “Córdoba, a pesar de las trabas, no para y continuará progresando”, aseguró.

O sea que hacia fuera, todo bien. O más o menos bien, ya que los intendentes de las cinco principales ciudades de la provincia (Córdoba, Río Cuarto, Villa María, San Francisco y Carlos Paz) no le responden al gobernador. De cualquier manera, la mayoría de las encuestas siguen mostrando por estos días el conformismo de los cordobeses con el Gobierno que tienen.

Pero hacia adentro, UPC va a tener que soportar que Martín Llaryora y Juan Domingo Viola le disputen la interna en las PASO, claro que el primero con más chances que el segundo de alzarse con el 10% de los votos, necesario para obtener la minoría y birlarle al oficialismo partidario un lugar preponderante en la lista, como sería el tercer o el cuarto puesto.

De paso por Villa María, Llaryora le dijo a EL DIARIO que rechazó ofrecimientos del delasotismo, “inclusive para ser ministro”, porque cree que “es hora de la renovación generacional”.

“Tenemos que empezar a hablar, a opinar. Antes te metían un balazo si pensabas distinto. Ahora tenemos que ponernos los pantalones largos y hacernos oír para conseguir cambios… Hace 20 años que están los mismos y tenemos los mismos problemas. Si no los pudieron solucionar es porque son parte del problema”, reflexionó.

Entre quienes lo acompañarán en la “patriada” se cuentan el intendente de Morteros Germán Prato, el legislador provincial Juan Manuel Cid y el presidente del bloque en el Concejo de Cruz del Eje Claudio Farías. Además espera sumar algún accastellista del Departamento San Martín en caso que el intendente de esta ciudad o Martín Gill no sean situados desde la Casa Rosada en la lista del Frente Para la Victoria, Carolina Scotto. Y claro que le gustaría contar con el dirigente de la capital provincial Diego Hak, quien después de salir segundo en la última elección interna del PJ tiene poder suficiente para resolver si irá con él, con el delasotismo o con Riutort, que pretende tenerlo en su lista y cuenta con muchos motivos “rosados” para llamarlo a su lado en su afán de “colaborar en la derrota del delasotismo”.

 

Las boinas rojas

Los ánimos están más caldeados todavía en el radicalismo, a raíz de la decisión de la Mesa Ejecutiva del Congreso Provincial de autorizar una tercera candidatura consecutiva de Oscar Aguad para la Cámara baja, algo que impide taxativamente la Carta Orgánica partidaria. Es más, otros exdiputados nacionales por Córdoba como Mario Negri, Carlos Becerra, Alfredo Orgaz, Conrado Storani y Lorenzo Cortese, dieron fiel cumplimiento a la prohibición y no buscaron el tercer período. Ahora, la Mesa del Congreso  sostuvo que “como la Constitución Nacional no lo prohíbe, la ley interna partidaria no puede imponerse”. 

La determinación y sus argumentos ya recibieron fuertes críticas de  Antonio María Hernández, Miguel Abella, Luis Brower de Koning y Dante Rossi, entre otros. 

“No puede ni debe violentarse ni la letra ni el espíritu de nuestras normas institucionales internas… ”, dijo el primero de ellos. 

“Con este mismo argumento, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner podría aspirar a una re-reelección sin necesidad de modificar la Constitución”, sentenció el último.

El concejal villamariense Carlos Gagliano sostuvo con criterio parecido que “una cosa es lo que conviene y otra lo que debe ser”. “Lo que conviene es un dirigente bien posicionado, pero lo que debe ser es el respeto a la ley. No tengo nada en contra de Aguad, pero creo que no hay que buscar atajos para esquivar la ley. Lo que siempre hemos sostenido los radicales es que podemos perder mil elecciones, pero no podemos perder los principios, para que cuando la gente se vuelva en busca de la ética y la decencia en nosotros, la pueda encontrar”, consideró ante la consulta de EL DIARIO.

Hay disputas internas en las fuerzas mayoritarias, hay expectativas en todas las otras. Desde el Frente Cívico, el integrante de la Mesa Provincial partidaria Juan Pablo Quinteros dijo a este medio que tiene “muchísima fe” en la lista que encabezará Ernesto Félix Martínez (ver entrevista al candidato en página 18). “Pero vamos a tener que trabajar mucho para derrotar los aparatos delasotista y mestrista, así como el engendro macrista (en alusión al exárbitro Héctor Baldassi) y el voto oculto kirchnerista, porque nadie te dice que va a votar a Cristina, como nadie te decía que iba a votar a Menem, pero después hacen elecciones que no te podés explicar”.