En comparación con los bebés nacidos a término, los niños prematuros tienen un riesgo mayor de desarrollar complicaciones de salud. Cuanto antes nazca el bebé, menos desarrollados estarán sus órganos y mayor será el riesgo de sufrir complicaciones médicas más adelante.
Entre estas se incluyen la parálisis cerebral, discapacidades motoras y sensoriales, trastornos del aprendizaje y la conducta y, frecuentemente, problemas pulmonares.
Nacimiento prematuro y enfermedades pulmonares
Los pulmones son unos de los últimos órganos en desarrollarse cuando el bebé está creciendo en el útero.
Esto significa que cuando un bebé nace de forma prematura, sus pulmones no están completamente desarrollados, lo que puede ocasionar “problemas de salud” .
Displasia broncopulmonar
La enfermedad pulmonar que afecta más comúnmente a los bebés prematuros es una enfermedad conocida como Displasia Broncopulmonar (DBP). Se caracteriza por una respiración rápida, dificultad respiratoria y jadeos y tos para conseguir más oxígeno.
Esta enfermedad normalmente se desarrolla como consecuencia de haber aplicado ventilación mecánica a los bebés prematuros. Esto ocurre cuando los respiradores respiran por el bebé hasta que los pulmones pueden hacerlo por sí solos. Aunque este proceso es a menudo fundamental para que el bebé sobreviva, puede dañar sus pulmones y provocar una inflamación que desencadene el desarrollo de la DBP.
La DBP puede ser una enfermedad transitoria, pero en algunos niños los síntomas pueden persistir hasta la edad adulta, lo que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares crónicas.
Síndrome de Dificultad Respiratoria
El Síndrome de Dificultad Respiratoria (SDR) es la principal causa de muerte en bebés prematuros. Se produce en bebés cuyos pulmones no están completamente desarrollados y está provocado principalmente por la ausencia de una sustancia protectora llamada tensioactivo pulmonar.
Esta sustancia ayuda a mantener los pulmones del bebé llenos de aire, y cuando el bebé carece de ella necesita recibir oxígeno a través de un tubo y de un sustituto del tensioactivo pulmonar.
El SDR puede aumentar el riesgo de desarrollar DBP e infecciones respiratorias graves en los dos primeros años de vida, y de padecer asma más adelante.
Virus Respiratorio Sincitial (VRS)
Prácticamente todos los bebés habrán contraído el VRS para cuando cumplan los dos años. En la mayoría de los bebés nacidos a término los síntomas del virus son muy similares a los del resfriado común. Los bebes nacidos a término obtienen anticuerpos a través de sus madres durante el embarazo, lo que ayuda a combatir el VRS y otros virus. Sin embargo, cuando un bebé nace antes, aunque sean unas pocas semanas, no cuenta con los anticuerpos suficientes antes de nacer.
Esta carencia de anticuerpos, combinada con el hecho de que los pulmones no están aún completamente desarrollados, conlleva que la prematuridad sea el mayor factor de riesgo de una infección grave por el VRS. Entre los síntomas del virus se pueden incluir tos y sibilancias persistentes, fiebre alta y jadeos repentinos para conseguir respirar. Si su bebé muestra estos síntomas, es importante que se ponga en contacto con su médico lo antes posible.
Los padres pueden ayudar a evitar que sus bebés contraigan la infección aplicando medidas preventivas contra el VRS en el bebé prematuro y recordando a aquellas personas que se encuentran en contacto directo con el bebé que se laven las manos con frecuencia, sobre todo antes de tocar al bebé, y limpiando los juguetes, la ropa de cama y las zonas de juego con frecuencia. También deben evitar que el bebé se encuentre cerca de personas que fumen.
Impacto en la salud
Cuando un bebé nace prematuramente, se le lleva inmediatamente a una unidad especial de cuidados para bebés (unidad de cuidados intensivos neonatales), para que un equipo sanitario especializado pueda brindarle cuidados individualizados. Esto puede ser muy angustioso para los padres, ya que se les separa del bebé al poco tiempo de haber nacido. Además, se une al hecho de que el bebé nazca inesperadamente pronto.
Es posible que se indique a los padres que vuelvan a casa mientras el bebé continúa internado o pueden llevárselo a casa con ellos y administrarles allí los tratamientos necesarios. Las familias que cuidan de un bebé prematuro a menudo tienen que enfrentarse a los costos psicológicos, económicos y sociales asociados a los problemas de salud a largo plazo derivados del cuidado de su hijo.
Muchos bebés prematuros, sobre todo aquellos nacidos antes de las 28 semanas, padecen problemas de salud en la vida adulta que pueden suponer un costo social y económico importante para el individuo, su familia y la sociedad.
¿Qué se puede hacer para reducir las consecuencias de los problemas asociados a la prematuridad?
Plan de seguimiento
Un aspecto fundamental para mejorar el cuidado de los bebés prematuros con problemas pulmonares es desarrollar programas estructurados de seguimiento y de cuidados posteriores para el tratamiento, la documentación de las revisiones médicas y los cuidados posteriores.
Esto significa que es importante que, cuando se haya tratado un aspecto de la enfermedad del niño, ese médico haga llegar el historial de la enfermedad a las personas que van a ocuparse del bebé. Los profesionales sanitarios deben poder asistir a los padres mediante la formación y la educación.
Control de las infecciones
Otro aspecto importante que mejorar es aumentar la concientización sobre el riesgo de las infecciones pulmonares. Si una infección se identifica pronto, es mucho más fácil tratarla.
Mejor apoyo a los padres
A menudo, los padres pueden sentirse impotentes cuando su bebé tiene una enfermedad grave tras el nacimiento. Es importante que reciban la mejor información posible. Si los padres y las familias se sienten apoyados, podrán gestionar mejor las posibles consecuencias de tener un bebé prematuro.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com