La cada vez mayor combinación de consumo de alcohol con drogas ilegales fue mencionada en una reunión de Alcohólicos Anónimos (AA), este fin de semana.
El pasado domingo, los grupos locales de AA celebraron los 38 años de permanencia en la ciudad.
Lo hicieron con una reunión abierta concretada en el salón parroquial de Malvinas Argentinas 1450 en horas del mediodía.
En la ocasión, dieron su testimonio un alcohólico en recuperación y un familiar, así como los médicos Alfredo Dubois y Julio Tabares. Tanto este último como un adicto, refirieron que ya es frecuente en nuestra comunidad la doble dependencia del alcohol y de drogas tales como la marihuana, la cocaína o el paco.
Tabares, ex combatiente de Malvinas, explicó que por su experiencia en la guerra, decidió realizar tareas sociales, y actualmente dedica parte de su tiempo a la prevención de las drogas: "Villa María no sólo es ciudad de paso de la droga, además es un centro de consumo".
El médico recorre escuelas dando charlas a los estudiantes y valoró como las mejores charlas, las que dan los propios alcohólicos.
En particular, afirmó que "estamos luchando contra la previa, tratando de concientizar no sólo a los jóvenes, sino a sus padres". "Antes nos íbamos a dormir a las dos de la madrugada, ahora hacen la previa donde se alcoholizan, y llegan al boliche descontrolados a las tres de la mañana".
Citando cifras oficiales, Tabares destacó que "el 90% de los jóvenes villamarienses que delinque, consume alguna sustancia, y un alto porcentaje no va a la escuela".
También, como médico de la Maternidad Provincial, observó que "el 60% de los bebés que nacen prematuros tienen madres alcohólicas".
Por otro lado, puntualizó que "muchos villamarienses de alto poder adquisitivo se juntan a tomar whisky de buena calidad, creyendo que porque es de buena calidad no les afecta la salud".
Por su parte, el médico laboral Dubois enumeró una larga serie de perjuicios que provoca la ingesta excesiva de alcohol como, por ejemplo, accidentes, delitos, y dentro de las enfermedades, cáncer de laringe, úlceras, hepatitis, polineuritis, entre otras.
Tras recordar que "los adolescentes comienzan a beber por presión de los grupos", señaló que "para saber si soy adicto, debo ver cómo reacciono a la carencia de la bebida: si no hay alcohol y me pongo ansioso, soy adicto".
Especialmente impactante fue el relato de Eduardo S. un alcohólico que se halla recuperado, luego de veinte años de carrera alcohólica, época en la que sufrió cárcel, la destrucción de su familia y otras tragedias.
La reunión, a la que concurrieron unas treinta personas concluyó con un minuto de silencio en recordación de los compañeros fallecidos.
El único objetivo de AA: manterse sobrios
Si a usted le parece que la bebida le está causando algún inconveniente o si su forma de beber ha llegado a un punto en que le preocupa un poco, puede que le interese saber algo acerca de Alcohólicos Anónimos (AA) y del programa de AA de recuperación del alcoholismo.
"Nosotros -dice la entidad- los AA somos hombres y mujeres que hemos llegado a entender y admitir que no podemos controlar el alcohol. Nos hemos dado cuenta de que tenemos que vivir sin la bebida, si hemos de evitar el desastre para nosotros y para la gente más allegada".
"Somos parte de una hermandad internacional de carácter informal con grupos locales en miles de comunidades, y que en la actualidad tiene miembros en 150 países. Tenemos un único objetivo primordial: mantenernos sobrios y ayudar a otros a lograr la sobriedad".
"No somos reformistas, y no estamos afiliados a ningún grupo, causa o denominación religiosa. No tenemos ningún deseo de convertir a todo el mundo en abstemios. No reclutamos nuevos miembros, aunque siempre les damos la bienvenida. No imponemos nuestra experiencia con la bebida a otros, pero la compartimos cuando se nos pide".
"Entre nuestros miembros se pueden encontrar hombres y mujeres de todas las edades y de diversa procedencia social, económica y cultural. Algunos de nosotros bebíamos durante muchos años antes de darnos cuenta de que no podíamos controlar el alcohol. Otros tuvimos la suerte de reconocer en las primeras etapas de nuestra carrera de bebedores que la bebida había llegado a ser algo inmanejable".