La Comisión Directiva de Alumni resolvió en las primeras de ayer, buscar a otro entrenador como alternativa, en caso que no pueda tener una respuesta positiva de Héctor Arzubialde, pensando en la próxima temporada futbolística.
Si bien la prioridad es el retorno del exdefensor de Gimnasia de Jujuy, quien se recupera de una operación a la que fue sometido la semana pasada, los dirigentes coincidieron en tener un “plan B” para no caer en la sorpresa si finalmente Héctor decide tomar otros horizontes y no retornar.
En principio, la idea es que Arzubialde presente un proyecto integral en el club, que tenga que ver con una reestructuración futbolística desde las bases para encarar algo más ambicioso y perdurable.
En ese sentido, el proyecto no se derrumbará si el técnico no acepta y recaerá en manos de otro hombre que esté capacitado para ello, según se comprometieron los directivos en la reunión que se efectuó entre el lunes por la noche y las primeras horas de ayer.
Se sabe, hace bastante tiempo que Alumni no tiene éxito desde lo deportivo, tanto sea en el orden profesional (jugó tres promociones consecutivas y terminó descendiendo) como en lo amateur (en la Liga Villamariense sólo fue campeón una vez en los últimos ocho años). Y tampoco sacó jugadores importantes como para lograr un mayor sustento económico en ventas.
Ese replanteo comenzó a dar vueltas más seguido por los pasillos del club luego del descenso y previo a comenzar una nueva etapa.
En la era de las telecomunicaciones, algunos directivos empezaron a impacientarse cuando observan que otros clubes del Argentino B iniciaron la búsqueda de refuerzos y, en consecuencia, la discusión también pasa por una cuestión de tiempos.
Más allá de todo, Arzubialde -quien se recupera en su casa de Alta Gracia- ya dejó entrever ante los directivos que su idea inicial es volver.
Quienes conocen al entrenador también confían en que seguirá en la institución para comenzar el nuevo proyecto, aunque todo quedará supeditado a las condiciones que se presenten en cuanto al trabajo.
En realidad, Arzubialde quiere volver para ascender, no para fracasar, ya que conoce el paño y sabe que los proyectos se sostienen con resultados. Entonces necesitará de un fuerte compromiso general para conformar un plantel acorde al objetivo.
El panorama no es alentador. Si se tiene en cuenta lo que quedó en el club en lo futbolístico, tras el descenso, no hay grandes augurios: sólo permanecen algunos jugadores jóvenes (de los cuales, la mayoría ni jugó el Argentino A) y un grupo de juveniles de la Liga Villamariense que, de acuerdo a lo visto, pueden tardar en dar un salto. Ese proceso de transición llevaría más tiempo de lo previsto y, en consecuencia, Alumni necesitará de varios refuerzos para aspirar a buenos resultados en el torneo afista.
La realidad es palpable y Arzubialde lo sabe, mientras los dirigentes buscan redoblar la apuesta en lo económico y hablar del proyecto ante algunos empresarios para conseguir sponsors y reunir un dinero acorde a las necesidades.