El domingo pasado se montó en la Sala Mandra la desopilante obra teatral “Muerte ordinaria de una vedette” a cargo del grupo Circo Zeta Teatro de Córdoba. Dirigido por Guillermina Farías Wagner y apoyado por los creativos separadores audiovisuales de Pedro Solfanelli, el destacado actor Juan Manuel Domínguez plasmó una formidable performance unipersonal que mixtura el formato de un policial de muerte enigmática, las modalidades inesperadas del absurdo, la expresividad altisonante del humor negro y el perfil interactivo y presto a la improvisación del mejor teatro “under” independiente. Dotado de un histrionismo y versatilidad envidiables, Domínguez adopta las veces de Madame Moustache, la vedette asesinada, del inefable detective a cargo del crimen y de los dos hijos de la finada: el Dj Chorugua (donde se mofa de la juventud “cool”, consumista, hipertecnologizada y afecta al discurso “new age”) y el títere, despreciado y marginado por la sociedad por su condición “material”. La función, que contó con una audiencia repleta, correspondió a la previa de la presentación número cien que brindará el grupo en días próximos en el Teatro Real de Córdoba. J.R.S.