En el año que se fue, el resumen de la gestión vista del ángulo de un contribuyente ha sido triste.
Supongo que en un municipio siempre hay mucho por hacer y básicamente mucho por sumar. He visto un Poder Ejecutivo desorientado malgastando el hermoso tiempo que todos ayudamos a pagar, en trifulcas políticas, rencillas por puestos y saliendo a defender posiciones insostenibles ante una mayoría que no los votó.
El garrote y la media verdad a la sociedad, ya "no sirve", no nos sirve, la “pijotereada” en los servicios, luego de acostumbrarnos a tener un pueblo aseado y bonito hemos descendido hasta no poder vernos por los yuyales y calles rotas.
Yo creo que es muy importante en una gestión mantener el liderazgo, pero para esto uno debe tener armonía y saber que la obcecación de algunas cuestiones lo único que hacen es enfrentar y disminuir la capacidad de trabajo de un montón de gente en desmedro de lo que la población acostumbra a recibir. Los conflictos políticos cuando usted asumió debería haberlos dejado de lado. ¿Para qué intentó echar a las compañeras de la salud metiendo miedo? ¿Por qué puso un secretario que nadie avalaba? ¿Por qué trajo un asesor que usted mismo se encargó de echar hace un tiempo atrás y que de acuerdo a usted mismo no tenía ética? ¿Por qué es imperativo para cobrarles a los contribuyentes y es pésimo pagador cuando el municipio tiene que pagar? ¿Por qué los trabajadores que son la columna vertebral del corralón son tratados como enemigos y no se les paga lo que corresponde provocando un conflicto costoso que también pagará el pueblo? ¿Por qué ante la pregunta de si las facturas pasadas por el señor Osenda eran truchas no contestó? ¿Por qué cuando un diario le preguntó si estaba jubilado por invalidez no contestó? ¿Usted sabe cuánta necesidad tiene esta democracia de que los actos de Gobierno y privados sean transparentes y serios?
Usted ha atacado de una manera equívoca a los que por cualquier vía hemos exigido sin temor que los actos públicos sean claros. ¿Qué esconde? Usted se debe a los que lo votaron y a los que no lo votamos, le estamos ayudando al pueblo y a la democracia, no debe enojarse si por un trascendido o por una buena información nosotros (el pueblo) le pregunta si es cierto que usted cobró jubilación por invalidez durante los cuatro años anteriores a esta gestión. Despeje las dudas y los nubarrones que empañan su hombría de bien.
Miedo y prudencia
El miedo es paralizante y generador de inquietudes muchas veces infundadas o exageradas. El miedo es el marido pegador de la prudencia, virtud maravillosa que permite desplegar estrategias sensatas para enfrentar problemas. Pero cuando ese pegador nato es el miedo, se impone a la dulce intelectual que es la prudencia y comienzan los verdaderos desastres.
Por prudencia uno puede callarse ahora para hablar más adelante, cuando haya condiciones más favorables; por miedo uno se calla siempre, guarda rencores y trabaja para el infarto sin prisa y sin pausa.
Estimado intendente, esos tiempos para una parte importante de la población ya pasaron y usted debe entender que la democracia se nutre de los que hacen y también de los que critican y exigen. Aunque usted no lo crea y lo sienta de una manera negativa, las cosas son así.
El miedo lo tienen los más débiles o los más ignorantes. Pero ¿es débil solo el pobre, el desclasado, el desempleado y excluido social?, ¿no son acaso tanto o más débiles los que con todo el poder al alcance de su mano se la pasan vociferando, amenazando, amedrentando desde sus torres de marfil con sus cimientos de barro?, ¿no es más ignorante el que cree que por la fuerza y la violencia, primas carnales del miedo, podrán imponer su criterio?
Claro, el miedo no es zonzo como dice el refrán y en eso se basan los autoritarios, tiránicos y dictatoriales que con amenaza sutil o agresiva hacen retroceder a sus subordinados a punta de pistola.
¿Cómo vencerlo?
La prudencia tiene una hermanita menor que es la astucia, que con engaño mohines de aparente aceptación, le hace creer al tirano que está todo bien mientras conspira en la sombra buscando los puntos débiles del agitador de miedos.
Intendente, nos vamos a olvidar de este año y hago votos para que 2009 no sea un año igual. Que sea un año con libertad total, que los medios locales no sean acallados de ninguna forma y que resuelvan los conflictos gremiales de una manera adulta, que no haya ningún tipo de persecución política. Escuche la voz del pueblo, hagamos un pueblo lindo, arreglado, culto, que dé ganas vivirlo y le ruego intentar una administración moderna, profesional y dinámica, priorizando la capacidad intelectual para gestionar abandonando los compromisos políticos en los que se embarcó en las elecciones.
Deseamos un 2009 lleno de obras y que la cultura y el deporte sean tenidos en cuenta en serio y todos volvamos a sonreír. Le deseo un próspero Año Nuevo y viva la democracia.
Daniel Rodríguez
CI: 10012844
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