Una calle cortada con un tejido y otra que no está demarcada, lo que la confunde con la propiedad privada, son imágenes que preocupan a los vecinos del barrio Palermo.
“Es increíble que un propietario quiera convertir a los espacios públicos en el patio de su casa”, denunciaron, a la par que señalaban el tejido que interrumpe el tramo de la calle Uspallata, impidiendo que el trazado llegue hasta el río.
Lo mismo pasa con lo que en los planos de Catastro figura como calle Salomón Gornitz, entre Uspallata y Solís. En realidad, ese tramo aparece unificado con la propiedad privada de los lotes inscriptos a nombre de “Soles de Mayo SA”, una empresa que los vecinos aseguran que es de Pablo Mattoni y que está realizando tareas de nivelación del terreno, incluyendo el sector que debería corresponder a la calle.
En la recorrida que los medios de prensa hicieron ayer con los vecinos, se pudo ver que en lugar de la arteria, hay en realidad montones de escombros.
La historia
Días atrás EL DIARIO publicó la denuncia realizada por los vecinos que motivó la intervención de la Municipalidad y de la ex-DIPAS.
En ese caso, el problema se presentó porque habían arrojado escombros para rellenar la parte del río que separa la zona de tierra firme con la isla que está al frente.
Tras detectar la maniobra, desde Recursos Hídricos de la provincia obligaron al propietario a retirar los escombros y liberar ese brazo del río.
“Pero no quiere dar marcha atrás, personalmente hablé con él (por Mattoni) y me dijo que proyecta llegar con su propiedad hasta la isla. Hasta habla de podar los árboles del lugar”, dijo uno de los vecinos que estaban ayer denunciando la acción de apropiación.
Asegura que los dueños de esos lotes “aprovechan los días feriados para seguir avanzando sobre los espacios públicos, creyendo que nadie los va a detectar”, informaron, mostrando montones de tierra recién colocados sobre el terreno para avanzar con la obra.
“Que él en su espacio privado haga el proyecto arquitectónico que quiera, lo que no vamos a permitir es que nos ocupe las calles, el río ni la isla, que no son sólo de los vecinos de barrio Palermo, sino de toda la ciudad”, argumentaron.
Línea de ribera
Cabe señalar que no es caprichosa la normativa que impide que los terrenos privados lleguen con construcciones hasta el río.
La provincia delimita una línea de ribera que es el tramo que corresponde a los límites del curso de agua. Es decir, el río no es sólo el espacio por donde circula el agua, sino que se extiende unos metros más de ambas márgenes, donde, en caso de inundaciones, serán ocupadas por la corriente natural que busca su curso.
“Nosotros no queremos pelear con nadie, sino por el contrario, luchar todos juntos por la defensa de las calles y el resto de los espacios públicos”, concluyeron.