Lobo está. Deportivo Argentino se ha acostumbrado a instalarse en este tipo de definiciones casi por naturaleza. Con el libreto de siempre, los dirigidos por Christian Romero una vez más se metieron en la carrera por el título, ingresando a la recta final del campeonato como uno de los máximos candidatos.
Ayer derrotó con un categórico 3 a 0 a otro peso pesado de la Liga Villamariense como es Colón, transformándose en uno de los semifinalistas del Torneo Apertura.
Con Claudio Díaz como director de orquesta, los villamarienses lograron sacar adelante una serie que comenzó complicada (derrota 1 a 0 en Arroyo Cabral), pero con la experiencia de saber jugar este tipo de partidos pudieron dar vuelta la situación obteniendo un triunfo contundente.
Triunfo que comenzó a construirse gracias a la pelota parada y a la pegada de Díaz. De esa manera, el local inició el camino de la victoria en un partido reñido, parejo y muy disputado.
Dentro de ese marco, el local intentó atacar con sus tres delanteros, pero chocó contra la defensa de un Colón que esperó bien ordenado, buscando sorprender con algún ataque.
Esta situación le favorecía al visitante porque mantenía la diferencia del primer partido y no sufría sobresaltos.
Pero a los 33’ llegó el quiebre del partido. Luciano Luppo le cometió infracción a Julio Gastaldi en la puerta del área. Del tiro libre se hizo cargo “Lanita” Díaz, que con un zurdazo al palo del arquero decretó el 1 a 0.
Dio la sensación de que Julio Giraudo se sorprendió por falta de visibilidad, teniendo en cuenta que lo podría haber evitado.
Ese gol le entregó al “Lobo” la tranquilidad de ya no estar obligado a convertir. Entonces, a los tiempos del cotejo los empezó a manejar Argentino, que tomó las riendas del mismo.
En el final de la primera etapa llegó una nueva gran chance para el local. Marcelo Bianchi “bajó” dentro del área a Márquez, llegando un segundo tarde a la pelota y Gallo marcó penal. Como no podía ser de otra manera, Claudio Díaz se hizo cargo del mismo y colocó el 2 a 0 (45’).
Era un cierre perfecto para Deportivo, que se iba feliz al entretiempo. Por contrapartida, Colón discutía con el árbitro, pidiendo penal de Emiliano Rodríguez ante Mayco Rodríguez, cuando dio la sensación que el uno nunca impactó el rostro del volante ex-Yrigoyen.
El complemento mostró a Colón arriesgando un poco más. Defendiendo con tres, por los ingresos de José Fernández (fue suplente por problemas en el aductor) y el juvenil Franco Pereyra.
Pero en el primer ataque Argentino supo aprovechar los espacios en la defensa rival y anotó el 3 a 0. Fue por un encuentro entre Díaz y Márquez. El diez habilitó al juvenil delantero y éste ingresó al área a pura gambeta, para definir ante la humanidad de Giraudo (7’). Golazo y serie casi liquidada.
Colón muy golpeado se sentía lejos del resultado, la impotencia por “no poder” lo hacía chocar una y otra vez ante la rígida defensa rival, comandada por Germán Danna, Fabián Braun y Franco López.
Sólo un par de aproximaciones en los pies de Fernández, Pereyra y Juan Peretti hicieron trabajar al arquero local.
Pero nunca pudo el cabralense. Ni la rabia de Morre, ni las corridas de Luppo y mucho menos el coraje de Fernández, fueron elementos suficientes como para tener una posibilidad en el final. Mucho menos aún tras la roja de Bianchi en el epílogo del encuentro.
Fue clasificación de Deportivo Argentino, que demostró una vez más la chapa de candidato, porque se metió entre los mejores cuatro y ahora espera por Alem. Sí, el “Lobo” ahora va por un “León”.
La figura
Claudio Díaz demostró una vez más que es el dueño futbolístico de Argentino. “Lanita” convirtió dos goles y asistió a Márquez en el tercero, manejando los tiempos de los suyos. Justamente Márquez fue otro de los destacados en el “Lobo”.
El árbitro
Diego Gallo tuvo que dirigir un partido de los llamados “complicados” y actuó correctamente en las jugadas claves, como el penal de Bianchi a Márquez y la “ficción” de Mayco Rodríguez ante el arquero Emiliano Rodríguez. Estuvo correcto con la roja a Bianchi. No incidió en el resultado a pesar del enojo de la gente de Colón. Le faltó amonestar a Márquez, por exceso en el festejo del tercer gol, trepándose al alambrado.