Dos albañiles villamarienses fueron condenados ayer a tres años de prisión en suspenso y uno de ellos pudo recuperar la libertad, al cabo de un juicio abreviado en el que ambos reconocieron haber asaltado a una familia de barrio Las Playas.
Se trata de Luis Miguel Callejo y Claudio José Tulián, quienes fueron declarados coautores de los delitos de “robo calificado por uso de arma” y “violación de domicilio”, en perjuicio de Silvia Edith Piazza y sus hijos, por un hecho ocurrido alrededor de las 22.40 del 1 de junio del año pasado.
Callejo, de 29 años, y Tulián, de 32, alias “Chalita”, irrumpieron encapuchados en la vivienda de Victorino de la Plaza 3159 donde, portando una escopeta de caño recortado, redujeron a la familia en cuestión y le sustrajeron 7.000 pesos en efectivo, tres teléfonos celulares y un reproductor de MP3.
Voces conocidas
El asalto pudo ser esclarecido gracias a que tanto Piazza como su yerno, José Córdoba, quien arribó al inmueble en momentos que se producía el atraco, reconocieron a los ladrones por sus voces, ya que los dos habían estado trabajando allí unos días antes.
En efecto, Callejo y Tulián estuvieron realizando tareas de albañilería tras haber sido contratados por la dueña de casa, lo que le permitió a la mujer y a Córdoba entablar permanentes diálogos con ambos trabajadores.
Esta circunstancia posibilitó que, cuando se desarrollaba el robo, Piazza se percató que uno de los encapuchados era Callejo, mientras que Córdoba advirtió lo mismo, pero con respecto a Tulián.
Los asaltantes se dieron a la fuga con el botín, sin imaginar que sus víctimas los habían identificado. No obstante, la Policía recién pudo detener a Callejo unos tres meses más tarde, mientras que su cómplice fue apresado a fines de marzo pasado.
El primero de ellos llegó a juicio en libertad, luego que su defensor, el abogado Antonio Alarcos, tramitara exitosamente un cese de prisión que se hizo efectivo en octubre. En cambio Tulián fue liberado inmediatamente después de conocido el fallo de la víspera.
La audiencia de debate fue presidida por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y contó con la participación del fiscal Francisco Márquez y de los abogados Alarcos y Jorge Bustos (ejerció la defensa de Tulián), mientras que la secretaria actuante fue Gabriela Sanz.
Ambos condenados registran domicilio en barrio Los Olmos de Villa María y trabajan como albañiles. Callejo es oriundo de Pozo del Molle (14 de octubre de 1983), mientras que Tulián nació en Villa Nueva (1 de marzo de 1981).
Ninguno de los dos registra antecedentes penales computables, pero sí fueron procesados por otros delitos. En el año 2000, Tulián recibió una condena de un mes de prisión de ejecución condicional -es decir, en suspenso- por un hecho de “lesiones”, mientras que Callejo estuvo acusado por un caso de “abuso sexual simple”, pero solicitó la suspensión del juicio a prueba (“probation”) y reparó el daño causado indemnizando a la víctima.
Qué dice la ley
Con respecto al asalto a la familia Piazza, la Justicia los declaró culpables de “robo calificado por uso de arma”, aunque como la escopeta utilizada no pudo ser localizada, tuvo que aplicarse lo establecido en el último párrafo del artículo 166 del Código Penal de la Nación.
Dicha norma legal establece que “si se cometiere el robo con un arma de fuego cuya aptitud para el disparo no pudiera tenerse de ningún modo por acreditada, o con un arma de utilería, la pena será de tres a 10 años de prisión”.
Foto 2: El juicio fue abreviado porque ambos acusados confesaron haber perpetrado el asalto a la familia Piazza. Y aunque actuaron encapuchados, los dos fueron reconocidos por sus voces